Con la dolarización del consumo, empezando por los bienes de primera necesidad, nace en primer lugar la institucionalización monetaria de la indigencia. Tiene otro efecto pos parto: como no se dolariza toda la economía, al menos por ahora, lleva a la desnaturalización del trabajo, tal y como lo conocemos.
No importa que la nueva casta del CUP se mate trabajando: nunca podrá subir a la casta de la MLC. Es en sentido recto, sin desviación alguna, la destrucción de todo el concepto de trabajo “socialista” que está en la base del partido comunista como partido único. El artículo 5 de la Constitución, que de por sí no tiene legitimidad en una sociedad como la cubana, muy pero que muy plural, también pierde su sustento social, doctrinal e ideológico.