Nueva York, EEUU. – «Objetivos de desarrollo» y solicitud de «voluntad política» para alcanzar sus propósitos, en eso se centra el llamado que la tribuna de la sede de Naciones Unidas en Nueva York le ofrece por estos días al gobernante desinado de Cuba Miguel Díaz-Canel quien participa en la Asamblea General de la ONU.
Mientras esto sucede, en agosto, la ONG Prisoners Defenders aseguraba que en las cárceles cubanas unas 1.047 personas se encuentran recluidas por motivos políticos.
Los presos políticos del régimen cubano y sus familiares no cesan de denunciar las condiciones de reclusión a las que son sometidos: falta de alimentos y medicinas, poca higiene, abusos y maltratos.
Unido al estado de asedio en el que permanecen las personas que disienten y se enfrentan a la oficialidad, la población en general padece agudización de una crisis económica y unos niveles de inflación que tienen un impacto directo en el precio de los alimentos, expuestos a la especulación del mercado informal ante la falta de abastecimiento en los mercados donde quienes viven de ingresos en una moneda nacional devaluada, deben hacer sus compras.
Asimismo, se registra un desabastecimiento de productos de primera necesidad, a lo que se suma la crisis energética, el regreso de los apagones y la escasez de combustible, que afecta a todos los sectores de la economía, incluidos el comercio interior y la agricultura. También, el precio del transporte de pasajeros se ha disparado con la falta de combustible.
En medio de estas circunstancias, Díaz-Canel en la ONU solicita «voluntad política» para que se puedan alcanzar lo que define como Objetivos de Desarrollo Sostenible y según dice, «nadie se quede atrás».
«Lo que se necesita de manera imperiosa es la voluntad política para que realmente nadie quede atrás y vencer una de las crisis más complejas que haya experimentado la humanidad en la historia moderna. Ese sería nuestro mejor aporte al futuro común que necesitamos construir juntos», dijo Díaz-Canel en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se realiza en el contexto de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Asimismo, Díaz-Canel, quien habló en nombre del Grupo de los 77 más China (G77+China), del cual Cuba tiene la presidencia pro tempore, dijo que es necesaria «una reforma urgente de la arquitectura financiera internacional». Pero parece olvidar que actualmente Cuba tiene una deuda externa de $18.284 millones, según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, mientras que el think tank Economist Intelligence estima la deuda en $27.205 millones.
Así, Díaz-Canel pidió ante el foro internacional una «mejor arquitectura global de la deuda soberana con la participación del Sur, que haga posible la aplicación de un trato justo, balanceado y orientado al desarrollo» y abogó por «la pronta y considerable recapitalización de los Bancos Multilaterales de Desarrollo con el propósito de que mejoren radicalmente sus condiciones de préstamo y puedan satisfacer las necesidades financieras del Sur».
En enero de 2021, el régimen llevó a cabo una reforma monetaria que puso fin a la medida que establecía la tasa de un dólar por un peso cubano. Mantuvo dicha medida por décadas, a pesar de que sabía que provocaba distorsiones en la economía.
Luego de la reforma, el peso cubano se disparó de 24 a 120 pesos por dólar en la tasa oficial. En el mercado negro un dólar se cotiza en 180 pesos. La pensión de un jubilado puede alcanzar 2.000 pesos cubanos en el mes y el salario de un profesional puede oscilar entre 6.000 y 8.000 pesos mensuales.
Según una encuesta reciente de Cubadata, para los cubanos es una odisea conseguir alimentos a precios asequibles.
De acuerdo con el sondeo, un 83 % de los encuestados dijo que es difícil hallar productos básicos a precios asequibles, mientras que similar porcentaje, 83.2% está insatisfecho con las medidas aplicadas por el régimen para enfrentar la escasez de comida.
En su discurso ante la ONU, Díaz-Canel también dijo que es «imprescindible» una reforma al sistema de comercio internacional y se quejó de las sanciones impuestas contra regímenes totalitarios, con el objetivo de castigar la violación de derechos humanos. Sin embargo, el régimen cubano no asume su responsabilidad por las políticas que ha aplicado, que frenan el desarrollo y han llevado a Cuba a una crisis humanitaria, al tiempo que culpa al embargo estadounidense de todos los males.
Protestas
Grupos de exiliados cubanos en Nueva York protagonizaron varias protestas este lunes frente a la sede de la misión permanente de Cuba ante la ONU y frente a la sede de Naciones Unidas. Una de ellas fue la organizada por el podcast Lei Nai Shou, informó maritinoticias.com.
Tomás Castellanos, anfitrión del podcast y uno de los organizadores de la actividad de calle, dijo que protestaban contra la represión en Cuba, los presos políticos y la situación económica tan difícil que enfrentan los cubanos en la isla.
«Ya estamos viendo las últimas letras de esta historia y se puede ver porque es un sistema que ya está destruido y no funciona nada bien», opinó Castellanos. Para este martes está prevista otra protesta frente en la Avenida Lexington.
La plataforma CubaDecide también organizó una protesta para el próximo miércoles. Será a las 2:00 pm, en Ralph Bruche Park, y la intención es protestar por la presencia de Díaz-Canel en la ONU.