LA HABANA.- Mientras la producción y distribución diaria del pan racionado enfrenta problemas en varias provincias, entre ellas Santiago de Cuba, en el popular mercado del municipio Playa, de La Habana, lo venden en Moneda Libremente Convertible (MLC).
El producto, que se ha convertido en un lujo llevarlo a la mesa, lo elabora uno de los negocios privados aprobados por el régimen, en medio de la escasez de harina. Los precios del pan están fuera del alcance de la mayoría de los cubanos.
«El que quiera pan, que vaya a comprarlo a 3ra y 70… a 3,75 MLC la bolsita. Que conste que ya di mi mejor mitin en plena tienda. También tenían pizzas a 6,90 MLC. Son esas cajitas que se ven detrás», denunció el viernes un cubano que se identifica en Facebook como Iyawo Olo Oshun, reseña Diario de Cuba.
La publicación, compartida más de 1.300 veces, ha generado decenas de comentarios de tristeza, repudio y hastío. Fue acompañada de una fotografía tomada en el establecimiento estatal, en el que se ven paquetes de nylon con cuatro barras pequeñas de pan cada una. También se muestran dulces confeccionados a base de la escasa harina, cajas de pizzas congeladas, todo encima de neveras con carne.
Los productos llevan la etiqueta de Home Deli, una empresa privada radicada en La Habana que comercializa «productos gastronómicos y del hogar de alta calidad» y que empezó a vender sus pizzas congeladas en (MLC) en este establecimiento a mediados de marzo, según anunció entonces el propio negocio en sus redes sociales.
«No hay pan para la población porque no hay harina para las panaderías de MN (moneda nacional), pero en MLC están sacando bolsas grandes y sacos de harina. Sin embargo, este pan y esas pizzas son de una empresa privada que vende bien caro. ¡Qué contradicción! Y ¿a quién pertenecerá esa dichosa empresa? Esto es demasiado ya», protestó un comentarista, y se preguntó de dónde saca la harina la empresa Home Deli.
Mientras, la producción y distribución diaria del pan racionado en Santiago de Cuba está afectada por la falta de la materia prima básica y los apagones, según reconocieron autoridades locales del régimen en el programa televisivo Santiago Hoy, citado por el periódico oficial Sierra Maestra.
En la ciudad capital existe un atraso considerable en la entrega del alimento a la población. La disponibilidad de harina permite solo la producción para medio día, lo cual representa un déficit elevado e impide garantizar la venta en tiempo del pan.
Al igual que ocurre en el resto de las provincias cubanas, los prolongados apagones dificultan la producción y distribución de pan a los santiagueros. En respuesta a la situación, la dirección de la Empresa Alimentaria ordenó ajustar el horario de elaboración. Durante la madrugada se producen panes y galletas para recuperar el plan.
«Tratamos de repartir galletas para suplir en ese momento la falta del pan. De igual forma se labora en la rehabilitación de los hornos de leña, para así no depender de la existencia de fluido eléctrico», dijeron las autoridades.
La situación levantó rumores entre la población que apuntaban a la venta de pan normado exclusivamente para los niños y adultos mayores, lo cual fue desmentido por los funcionarios. También negaron una prohibición a los trabajadores por cuenta propia de vender pizzas, panes y otros productos elaborados con harina.
La crisis del pan también se ha hecho sentir en Holguín, donde la semana pasada se dieron atrasos de hasta dos días en la entrega del producto a través de la libreta de racionamiento.
El pasado 23 de agosto, el régimen cubano reconoció que existen dificultades para importar harina de trigo, pero aseguró una distribución limitada de pan en las panaderías estatales y la venta mediante la libreta de racionamiento.
«En los últimos meses (…) se han agudizado las dificultades para la importación de trigo, lo que ha incidido en la disponibilidad de este producto», comunicó el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) mediante un comunicado.
Como es habitual, el MINCIN culpó de la situación al «recrudecimiento» del embargo estadounidense y a «la actual crisis logística internacional, además de «las limitaciones financieras del país».
Sin embargo, la escasez de pan hace años que azota a la sociedad cubana. Desde marzo de 2019 el propio Díaz-Canel ya reconocía la carencia del alimento bíblico junto a la de otros productos básicos.
De ahí hasta la fecha, el Gobierno ha desarrollado varios experimentos como utilizar pulpa de calabaza, harina de maíz, de garbanzo o de yuca para confeccionar el pan. La venta «por la libre» también pasó a estar regulada a unas pocas bolas de pan por persona.