LA HABANA.- Cuba fue objeto de críticas el miércoles por mantener a manifestantes presos con largas penas, durante el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el primero al que se somete tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021.
Durante el Examen Periódico Universal (EPU), al cual deben someterse los 193 países miembro de la ONU, diversas naciones expresaron su preocupación por detenciones arbitrarias, así como por el acoso a defensores de derechos humanos y periodistas independientes en la Isla.
Suecia manifestó su preocupación por «las detenciones y las penas de prisión desproporcionadamente largas» relacionadas con las pasadas manifestaciones de julio de 2021, además de «las restricciones a la libertad de expresión y de reunión pacífica».
Suecia pidió a La Habana permitir a observadores independientes tener acceso libre a juicios y prisiones.
Países Bajos, también llamó a «poner fin al acoso, la represión, los arrestos arbitrarios y las detenciones de la sociedad civil».
Represión y persecución del régimen cubano
El 11 de julio de 2021 miles de cubanos se lanzaron a las calles al grito de «Tenemos hambre» y «Libertad».
De acuerdo con cifras oficiales, cerca de 500 manifestantes fueron condenados, con penas de hasta 25 años. Organizaciones de derechos humanos como Cubalex, con sede en Miami, contabiliza más de 700 manifestantes presos políticos.
Estados Unidos recomendó al régimen de la isla dejar de detener a periodistas, opositores y defensores de los derechos humanos y pidió «poner en libertad» a «aproximadamente mil personas».
Incluso México, aliado de Cuba en la región, solicitó el establecimiento de «un mecanismo independiente» de protección de los defensores de los derechos humanos y los periodistas.
Activistas y opositores denuncian con frecuencia que son interrogados por la seguridad del Estado, son detenidos temporalmente e impedidos de salir de sus casas.
Por su parte el canciller del régimen cubano denunció el recrudecimiento desde 2019 de las sanciones que Estados Unidos ejerce contra Cuba desde hace más de 60 años y tildó de «fraudulenta» la reinclusión en 2021 de su país en la lista negra de patrocinadores del terrorismo.
Este bloqueo «constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de los cubanos», señaló.