Si una conclusión hay que sacar del foro Cuba, dictadura y pandemia, realizado por el Instituto Interamericano por la Democracia, es que en la isla se mantiene una represión sostenida contra el pueblo, existe un gran despertar del cubano frente a esa realidad y que está en ciernes un proceso que sentaría las bases para fase final del más antiguo régimen dictatorial del continente.
El simposio virtual reunió las voces de analistas, políticos y periodistas para analizar el impacto del COVID-19 en medio de una crisis que ya era grave en la isla. Participaron Carlos Alberto Montaner, Iliana Lavastida, Camila Acosta, Hugo Acha, Luis Leonel León, Carlos Sánchez Berzaín, Tomas Regalado y Beatrice Rangel.
“Ley Azote”
Desde Cuba, la comunicadora independiente Camila Acosta denunció el nuevo intento del régimen por “callar al pueblo” a través de la aplicación del Decreto-Ley 370, conocido como “Ley Azote”, que establece sanciones para quienes publiquen en las redes sociales mensajes que muestren la realidad y que son vistos como adversos a los intereses de la llamada ‘revolución’.
Sobre ese aspecto, Acosta relató que ha recibido multas de 3.000 pesos (120 dólares) y ha sido víctima de la confiscación de sus teléfonos celulares por reportar casos como las filas o colas que hacen los cubanos para comprar alimentos y publicar en las plataformas virtuales epítetos como “Castro Virus”, para referirse al aparato totalitario que gobierna en Cuba.
“También fui desalojada de la vivienda que rentaba desde hacía tres años. He sido citada, amenazada personalmente y también algunos familiares; multada por el Decreto 370 sobre la informatización de la sociedad en Cuba, y esto ha ocurrido en medio de la crisis por el COVID-19”, señaló.
Desde enero pasado hasta la fecha, según Acosta, han sido multadas más de 30 personas y decenas han sido objeto de amenazas a tenor de esa norma promulgada en 2018 que se ha aplicado fundamentalmente a periodistas independientes y también a todas aquellas personas que disienten de la dictadura.
El Decreto-Ley 370, en su artículo 68 inciso i), considera una contravención “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.
Acorde con Acosta, un ciudadano de Las Tunas fue multado tras postear en Facebook información sobre el desalojo de una familia por parte de un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Otra persona recibió una multa por publicar en esa misma red social que los dirigentes o funcionarios del régimen comían mejor que los niños en las escuelas.
“Las multas son una muestra de la desesperación por silenciar todas las críticas que se están generando al interior de la isla”, apuntó.
Entretanto, la periodista que reporta para Cubanet deploró que la Asamblea Nacional cubana (Parlamento) haya desestimado una petición respaldada por más 3.100 firmas (el requisito demanda apenas 500) para declarar inconstitucional el Decreto-Ley 370.
Añadió que los periodistas independientes, opositores, activistas por los derechos humanos y la población en general, hoy enfrentan esa ley, “pero mañana puede ser cualquier otra que coarte nuestras libertades fundamentales”.
Por tanto, llamó a “no callarnos”, sino “seguir enfrentando y denunciando a la dictadura cubana”.
Represión, rebelión y pandemia
Por su parte, la directora ejecutiva de DIARIO LAS AMÉRICAS, Iliana Lavastida, elaboró un recuento de los procesos de “rebelión” protagonizados por los cubanos durante 61 años de dictadura.
En ese contexto, la comunicadora de origen cubano puso de relieve las estrategias implementadas por el aparato represor para “prohibir que la gente piense por sí misma”, y algunas acciones, entre muchas, propiciadas por la dictadura que dejan en claro su talante opresor.
Lavastida mencionó las expropiaciones de los años 60, los pedidos de sacrificio a la población en la década de los 70 mientras se enviaban cubanos a combatir en guerras de otros confines, el éxodo del Mariel en los 80, la crisis de los balseros en los 90, que fue antecedida por el periodo especial, y la Primavera Negra del año 2003.
A su turno, el también periodista Luis Leonel León sentenció que el régimen es culpable del exilio de más de dos millones de cubanos, al tiempo que dijo que “la historia de la revolución está asociada con la represión”.
En su opinión, “el régimen es la mayor pandemia que existe y ha existido en la isla por 61 años”.
Para León, los medios oficialistas cubanos que “enaltecen” al régimen por el supuesto bajo índice de contagios y muertes por el COVID-19, lo que quieren es mostrar una “victoria de la revolución frente al imperialismo”, como comúnmente suele suceder.
“Negocios del régimen”
Por otro lado, el consultor Hugo Acha reprobó las denominadas “misiones médicas” cubanas, presentadas por el régimen como “un ejemplo de solidaridad, sin otro interés que el bienestar del pueblo”.
Desde su óptica, estas misiones, en la práctica, “son el esquema de trata y tráfico de personas de mayor dimensión y tamaño que recuerde la población mundial”.
Asimismo, el exministro boliviano y director del Instituto Interamericano para la democracia, Carlos Sánchez Berzaín, afirmó que “el régimen de oprobio” es realmente “no un movimiento político”, sino “una organización del crimen trasnacional”.
Sánchez Berzaín indicó que la dictadura castrista “retiene el poder mediante el empleo del miedo, la tortura, el hambre y la extorsión, y se proyecta a otros países dentro del esquema de corrupción” que dirige desde La Habana.
Mejor futuro
En medio del difícil momento que atraviesa la población cubana, el destacado periodista y analista Carlos Alberto Montaner anticipó que luego de la pandemia “los cubanos van a aferrarse al libre mercado” y seguirán la “conducta de Europa del Este” para recuperar su libertad.
Las palabras positivas de Montaner se apoyan en un estudio del Pew Research Institute, una institución no partidista con sede en Washington, que se basó en una serie de encuestas realizadas alrededor de la crisis que se vive en la isla.
“El Partido Comunista seguirá existiendo, pero será algo minoritario de algunos nostálgicos del colectivismo”, apuntilló.
En ese mismo sentido, el exalcalde de Miami Tomás Regalado habló de un despertar, “como en los años 70”, cuando, según el veterano comunicador, “algunos campesinos se hicieron millonarios, cuando les permitieron el mercado libre, aunque después fueron acusados de corrupción por el régimen”.
Regalado resaltó la pujanza del cubano para “levantarse” a pesar de las circunstancias. Citó como ejemplo al cubano que llega a Miami, por las noches trabaja manejando un carro para Uber, en la mañana tiene otro trabajo y más tarde tiene el dinero para montar su propio negocio.
Finalmente, la moderadora del evento, la activista venezolana Beatrice Rangel, dijo que para “algunos” el modelo cubano es digno de imitar y “el paraíso perdido de la igualdad”, pero otros tienen claro que “es el sicario del continente, que ha impuesto un sistema fracasado a su pueblo”, y que “pronto debe llegar a su fin”.
Fuente: Diario las Américas
Desde Cuba, la comunicadora independiente Camila Acosta denunció el nuevo intento del régimen por “callar al pueblo” a través de la aplicación del Decreto-Ley 370, conocido como “Ley Azote”, que establece sanciones para quienes publiquen en las redes sociales mensajes que muestren la realidad y que son vistos como adversos a los intereses de la llamada ‘revolución’.
Sobre ese aspecto, Acosta relató que ha recibido multas de 3.000 pesos (120 dólares) y ha sido víctima de la confiscación de sus teléfonos celulares por reportar casos como las filas o colas que hacen los cubanos para comprar alimentos y publicar en las plataformas virtuales epítetos como “Castro Virus”, para referirse al aparato totalitario que gobierna en Cuba.
“También fui desalojada de la vivienda que rentaba desde hacía tres años. He sido citada, amenazada personalmente y también algunos familiares; multada por el Decreto 370 sobre la informatización de la sociedad en Cuba, y esto ha ocurrido en medio de la crisis por el COVID-19”, señaló.
Desde enero pasado hasta la fecha, según Acosta, han sido multadas más de 30 personas y decenas han sido objeto de amenazas a tenor de esa norma promulgada en 2018 que se ha aplicado fundamentalmente a periodistas independientes y también a todas aquellas personas que disienten de la dictadura.
El Decreto-Ley 370, en su artículo 68 inciso i), considera una contravención “difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.
Acorde con Acosta, un ciudadano de Las Tunas fue multado tras postear en Facebook información sobre el desalojo de una familia por parte de un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Otra persona recibió una multa por publicar en esa misma red social que los dirigentes o funcionarios del régimen comían mejor que los niños en las escuelas.
“Las multas son una muestra de la desesperación por silenciar todas las críticas que se están generando al interior de la isla”, apuntó.
Entretanto, la periodista que reporta para Cubanet deploró que la Asamblea Nacional cubana (Parlamento) haya desestimado una petición respaldada por más 3.100 firmas (el requisito demanda apenas 500) para declarar inconstitucional el Decreto-Ley 370.
Añadió que los periodistas independientes, opositores, activistas por los derechos humanos y la población en general, hoy enfrentan esa ley, “pero mañana puede ser cualquier otra que coarte nuestras libertades fundamentales”.
Por tanto, llamó a “no callarnos”, sino “seguir enfrentando y denunciando a la dictadura cubana”.
Represión, rebelión y pandemia
Por su parte, la directora ejecutiva de DIARIO LAS AMÉRICAS, Iliana Lavastida, elaboró un recuento de los procesos de “rebelión” protagonizados por los cubanos durante 61 años de dictadura.
En ese contexto, la comunicadora de origen cubano puso de relieve las estrategias implementadas por el aparato represor para “prohibir que la gente piense por sí misma”, y algunas acciones, entre muchas, propiciadas por la dictadura que dejan en claro su talante opresor.
Lavastida mencionó las expropiaciones de los años 60, los pedidos de sacrificio a la población en la década de los 70 mientras se enviaban cubanos a combatir en guerras de otros confines, el éxodo del Mariel en los 80, la crisis de los balseros en los 90, que fue antecedida por el periodo especial, y la Primavera Negra del año 2003.
A su turno, el también periodista Luis Leonel León sentenció que el régimen es culpable del exilio de más de dos millones de cubanos, al tiempo que dijo que “la historia de la revolución está asociada con la represión”.
En su opinión, “el régimen es la mayor pandemia que existe y ha existido en la isla por 61 años”.
Para León, los medios oficialistas cubanos que “enaltecen” al régimen por el supuesto bajo índice de contagios y muertes por el COVID-19, lo que quieren es mostrar una “victoria de la revolución frente al imperialismo”, como comúnmente suele suceder.
“Negocios del régimen”
Por otro lado, el consultor Hugo Acha reprobó las denominadas “misiones médicas” cubanas, presentadas por el régimen como “un ejemplo de solidaridad, sin otro interés que el bienestar del pueblo”.
Desde su óptica, estas misiones, en la práctica, “son el esquema de trata y tráfico de personas de mayor dimensión y tamaño que recuerde la población mundial”.
Asimismo, el exministro boliviano y director del Instituto Interamericano para la democracia, Carlos Sánchez Berzaín, afirmó que “el régimen de oprobio” es realmente “no un movimiento político”, sino “una organización del crimen trasnacional”.
Sánchez Berzaín indicó que la dictadura castrista “retiene el poder mediante el empleo del miedo, la tortura, el hambre y la extorsión, y se proyecta a otros países dentro del esquema de corrupción” que dirige desde La Habana.
Mejor futuro
En medio del difícil momento que atraviesa la población cubana, el destacado periodista y analista Carlos Alberto Montaner anticipó que luego de la pandemia “los cubanos van a aferrarse al libre mercado” y seguirán la “conducta de Europa del Este” para recuperar su libertad.
Las palabras positivas de Montaner se apoyan en un estudio del Pew Research Institute, una institución no partidista con sede en Washington, que se basó en una serie de encuestas realizadas alrededor de la crisis que se vive en la isla.
“El Partido Comunista seguirá existiendo, pero será algo minoritario de algunos nostálgicos del colectivismo”, apuntilló.
En ese mismo sentido, el exalcalde de Miami Tomás Regalado habló de un despertar, “como en los años 70”, cuando, según el veterano comunicador, “algunos campesinos se hicieron millonarios, cuando les permitieron el mercado libre, aunque después fueron acusados de corrupción por el régimen”.
Regalado resaltó la pujanza del cubano para “levantarse” a pesar de las circunstancias. Citó como ejemplo al cubano que llega a Miami, por las noches trabaja manejando un carro para Uber, en la mañana tiene otro trabajo y más tarde tiene el dinero para montar su propio negocio.
Finalmente, la moderadora del evento, la activista venezolana Beatrice Rangel, dijo que para “algunos” el modelo cubano es digno de imitar y “el paraíso perdido de la igualdad”, pero otros tienen claro que “es el sicario del continente, que ha impuesto un sistema fracasado a su pueblo”, y que “pronto debe llegar a su fin”.
Fuente: Diario las Américas