QUITO.- El presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, se prepara para asumir el cargo este jueves enfrentando desafíos significativos, entre ellos la tarea de completar su gabinete ministerial y gestionar una coalición diversa en la Asamblea Nacional.
A pesar de haber designado a 13 miembros de su equipo de gobierno, Noboa aún enfrenta la tarea de seleccionar a los titulares de los restantes 17 ministerios y secretarías de Estado. Su elección de perfiles empresariales y profesionales sin un claro historial político ha generado opiniones divididas, con algunos elogiando la perspectiva liberal y otros expresando preocupación por la falta de experiencia política en su círculo cercano.
La designación y posterior retractación de Sariha Moya para la cartera de Economía y Finanzas ha sido un punto de controversia. Aunque Noboa busca perfiles sin afiliaciones políticas evidentes, la crítica de los organismos multilaterales ha llevado a una reconsideración de su elección. Expertos como Francisco Camino destacan la importancia de la experiencia en el sector público para abordar las complejidades de la administración estatal.
Además, la presencia del exvicepresidente Alberto Dahik en la órbita de Noboa suscita interrogantes. Aunque Dahik, vinculado al sector privado, niega tener intenciones de asumir un cargo público, su pasado, marcado por un juicio político y acusaciones de malversación de fondos públicos en la década de 1990, genera escepticismo entre algunos sectores.
Coalición con la Asamblea Nacional
La coalición política que Noboa formó en la Asamblea Nacional, que incluye a partidos de derecha como el Partido Social Cristiano y de izquierda como la Revolución Ciudadana, fue descrita como un esfuerzo por garantizar la gobernabilidad desde el principio de su mandato. Sin embargo, la aparente contradicción entre la orientación liberal del presidente entrante y la presencia de sectores de izquierda en la coalición plantea desafíos adicionales.
Expertos como Gabriel Hidalgo sugieren que las designaciones actuales podrían ser temporales, con la posibilidad de que Noboa reemplace a algunos ministros con figuras políticas más arraigadas en el futuro. La capacidad del presidente electo para equilibrar las diferentes corrientes dentro de su coalición y avanzar en su agenda de reformas dependerá en gran medida de su habilidad para mantener la cohesión y la confianza.
La historia política ecuatoriana sugiere que, aunque las coaliciones pueden ser eficaces en el corto plazo, la estabilidad a largo plazo dependerá de la capacidad de Noboa para gestionar las dinámicas cambiantes en el complejo escenario político del país.