MANAGUA.- Las dictadura de Nicaragua ordenó confiscar la vivienda a opositores a su régimen, a los que hoy Daniel Ortega tilda de apátridas, entre los que se encuentran su antigua aliada, la escritora y poeta Gioconda Belli, quien adoptó la nacionalidad chilena.
«La poesía me abraza esta tarde en que se consuma el robo de mi casa por la dictadura. Pienso en Becquer para parafrasearlo: Volverán las oscuras golondrinas de mi jardín sus nidos a colgar; pero aquellos que ensuciaron nuestra historia, esos no volverán. Así sea. Así será», indicó la escritora en la red social X.
Robo, que el mismo régimen sandinista del que Belli fue parte durante la primera dictadura sandinista (1979-1990), hizo a miles de nicaragüenses obligados a huir al exilio. Hoy la historia se repite incluyendo a los exaliados del caudillo sandinista.
Belli lamentó que el régimen de Nicaragua, sumido en «la paranoia y la mentira», perdió sus valores, su historia». «Convertidos en malsanos tiranos dignos de repudio». Asimismo expresó que su casa será «la huella» de sus libros y «el recuerdo» de su «energía creativa».
Cabe destacar que Belli fue una las dirigentes del Departamento de Agitación y Propaganda (DAP), organismo que boicoteó la llegada del papa Juan Pablo II a Nicaragua el 4 de marzo de 1983.
Daniel Ortega extiende la represión
La medida también afectó al hijo de la escritora, Camilo de Castro, así como a otros críticos del régimen sandinista de Nicaragua, como el abogado Gonzalo Carrión, la cineasta Leonor Zúniga, Moisés Hassán y el excanciller Norman Caldera, según el diario ‘La Prensa’.