La embarcación de 264 metros de largo, una unidad de almacenamiento en el mar para carga de buques petroleros, está ubicada en el golfo de Paria (estado Sucre, oeste), en aguas de Venezuela próximas a Trinidad y Tobago.
«Si no es trasegado el petróleo, aunque pudiesen estabilizar al Nabarima, va a existir permanentemente el riesgo de un desastre ambiental», declaró este miércoles a la AFP el parlamentario opositor Robert Alcalá, quien denuncia que el mantenimiento del barco fue abandonado en 2014.
El Nabarima pertenece a Petrosucre, empresa mixta con 74% de acciones de PDVSA y 26% de la compañía italiana Eni S.P.A.
Dos embarcaciones, Ícaro e Inmaculada, habrían sido enviadas al área por PDVSA presuntamente para descargar el crudo almacenado, comentó a la AFP otro legislador que adversa al gobierno de Nicolás Maduro, Luis Stefanelli. Ello no ha sido confirmado por la estatal.
Desde hace tiempo, la situación del Nabarima ha sido objeto de denuncias.
El sindicalista petrolero Eudis Girot comentó a la AFP el miércoles que los problemas de mantenimiento en el Nabarima empezaron en 2014, pero «fueron ignorados» por PDVSA. El pasado 12 de agosto, un grupo de trabajadores denunció que el barco tenía una inclinación de 8%, con su sala de máquinas inundada y sus bombas de achique quemadas.
Sin embargo, en septiembre, un comunicado de PDVSA calificaba las alarmas de «fake news». «Este buquetanque posee todas las condiciones operativas y de seguridad y no constituye en forma alguna amenaza al ecosistema», indicó.
Según Girot, PDVSA y Eni alegan que las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos a Venezuela y su petrolera han «obstaculizado» las posibilidades de trasladar el crudo.
«No hay excusas para que ese petróleo permanezca en el Nabarima, las sanciones no pueden ser excusas, el petróleo tiene que ser sacado de allí para evitar una tragedia», manifestó el dirigente sindical.
Las denuncias de daños ambientales por falta de mantenimiento de instalaciones son frecuentes en medio del colapso de la industria petrolera de Venezuela.
Costas del occidente del país se han visto afectadas en agosto, septiembre y octubre por derrames de hidrocarburos en dos de sus principales centros de refinación de combustibles, Paraguaná (estado Falcón) y El Palito (Carabobo), que el gobierno socialista intenta reactivar ante una severa escasez de gasolina.
La producción de crudo de Venezuela pasó de 3,2 millones de barriles por día hace 12 años a unos 400.000 barriles en la actualidad.