El lunes 24 de Junio, en Madrid, fue presentado el libro «El poder de la matemática, el sistema de voto electrónico de Venezuela que se esparció por el mundo», del experto electoral venezolano Guillermo Salas. El mismo está disponible en Amazon y pienso que es de obligatoria lectura para quines quieran entender los peligros del voto electrónico.
Se trata de un libro claro y contundente, que demuestra cómo el régimen venezolano perpetró un fraude masivo en el referendo revocatorio de 2004, para garantizar que Hugo Chávez se mantuviese en el poder, aún habiendo perdido esas elecciones.
Uno de los aspectos más interesantes de la obra es que el autor no impone su propia opinión, sino que coloca sobre la mesa todas las pruebas, para que sea el lector quien llegue a sus propias conclusiones. Pero los elementos probatorios son tan demoledores que es imposible obviar qué hubo un fraude.
Para presentar su tesis, Guillermo Salas comienza por relatar cómo, cuándo y quiénes crearon las compañías de software electoral que llevaron a cabo el fraude, así como el apoyo que desde sus inicios recibieron del régimen chavista.
Luego explica lo ocurrido en el referendo de 2004 desde dos perspectivas: la historia de la ciencia y las evidencias criminalísticas, usando como ejemplo, en el primer caso, la discusión que hubo sobre las hipótesis contrapuestas de Ptolomeo y Copérnico respecto al desplazamiento de los planetas; y en el segundo caso, los conexiones y los grados de separación entre los protagonistas de un crimen, como podría serlo un asesinato.
Seguidamente, el autor expone todas las irregularidades cometidas en los comicios de 2004, desde la falta de auditoría del software y del hardware de las máquinas electrónicas de votación, el uso indebido de un sistema de identificación biométrico, la ausencia de auditoria para certificar los resultados, así como las inconsistencias estadísticas de los mismos.
Un sistema que se internacionalizó
Dada mi profesión de periodista, cuando comencé a leer este libro, pensé que sería difícil entender los análisis matemáticos y estadísticos del fraude, pero me sorprendió la sencillez con la cual Salas explica temas complejos, para que cualquier persona los pueda captar.
Quienes perpetraron el fraude en aquel entonces estaban en «la curva de aprendizaje más baja» sobre el tema y, por tanto, dejaron muchas evidencias de su crimen, el cual pudo comprobarse a posteriori, gracias al esfuerzo de un grupo de matemáticos, científicos y expertos estadísticos que publicaron sus hallazgos en prestigiosas revistas internacionales, destaca entre ellos el propio Guillermo Salas.
Me queda grabada esta frase, ya casi al final del libro: «Dar por buenas estas conclusiones implica admitir, no solo que se produjo un fraude electoral masivo y electrónico, sino también que detrás de éste, para posibilitarlo, ejecutarlo y encubrirlo, se construyó una sórdida estructura tecnológico-criminal».
Yo añadiría -como también lo implica el título del libro de Salas- que esta estructura tecnológico-criminal se perfeccionó y se exportó a otras naciones en las que también se producen resultados electorales inexplicables, ¿basados en fraudes o trampas desarrolladas por el chavismo?
Sobre esto, también ha escrito Alejandro Peña Esclusa en su libro «Los fraudes electorales del Foro de Sao Paulo» y recientemente en su artículo «La importancia estratégica de las elecciones venezolanas para Europa», publicado en el portal The European Conservative, donde Peña Esclusa manifiesta la existencia para este 28J de un enorme potencial de fraude electoral, diseñado para mantener al régimen de Maduro en el poder, que afectaría no solo a Venezuela sino tambien la seguridad y defensa de todo el hemisferio.
Es bueno recordar que, finalizando el mes de mayo, el organismo comicial venezolano canceló la invitación, que como misión de observación para las elecciones del 28J, le había extendido a la Unión Europea.
La publicación del libro de Guillermo Salas en estos momentos es más que opotuno ya que contribuye para advertir a los venezolanos y al mundo, del fraude que una vez más prepara el régimen chavista-madurista para las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio. Pero a diferencia de otros tiempos, hoy hay un liderazgo comprometido y una ciudadanía alerta, dispuesta a votar y a cuidar el voto. De esto depende el futuro de la nación. El mundo debe poner sus ojos en Venezuela y acompañar a su gente.