La red social X tiene cinco días para dar explicaciones al Supremo Tribunal Federal (STF) sobre políticos, periodistas y activistas quienes a pesar de estar bloqueados en la plataforma en Brasil por orden judicial lograban que algunos ciudadanos en dicho país accedieran a sus transmisiones o perfiles.
Este ultimátum demuestra que el magistrado Alexandre de Moraes no está dispuesto a dejar de presionar a la red social y a su propietario, Elon Musk, en esta disputa que amenaza la libertad de expresión en Brasil. Ahora, asegura que X está permitiendo la “reactivación” de una supuesta “milicia digital” que a su vez, desempeña un “papel central en la difusión de desinformación y ataques virtuales”.
Son eufemismos que utiliza el magistrado para justificar la persecución contra opositores y disidentes. Si bien el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había asomado en años anteriores su intención de regular la libertad de expresión en línea y en medios tradicionales, la publicación en semanas atrás de los Twitter Files bajo la autorización de Elon Musk terminó de molestar al gobierno socialista y a su aparato judicial, por dejar expuestas ante el mundo sus intenciones.
Persecución de la Policía Federal
En este nuevo capítulo se menciona que las transmisiones que pueden sintonizarse en Brasil incluyen a los periodistas Allan dos Santos, Paulo Figueredo y el comentarista Rodrigo Constantino. Todos en el exilio.
A su vez, la nueva advertencia del STF parte de un informe de la Policía Federal (PF). Allí precisan que el acceso a transmisiones en X conocidas como “Espacios” depende del sistema operativo y del dispositivo usado para acceder a la plataforma. “Si el acceso se realizaba a través de la aplicación Twitter [X] instalada en un teléfono inteligente, sin el uso de una VPN, el 8 de abril de 2024 a las 9:16 horas era posible acceder a información del perfil @allanldsantos, incluyendo la posibilidad de seguirlo”, señaló la inspección replicada por Jornal da Cidade.
En otras palabras, se revisa cada falla que pueda dejar ver la red social de Elon Musk para justificar nuevas retaliaciones en su contra, además de las que ya se han anunciado: amenazas de cárcel contra empleados de X en Brasil, según el empresario, citación judicial a su director en el país, y suspensión de la pauta oficial para nuevos contratos.
Musk había prometido en días anteriores levantar todas las órdenes de censura que había recibido la red social, incluso cuando estaba la antigua directiva. Aprovechó de responsabilizar a Alexandre de Moraes de “traicionar descarada y repetidamente a la Constitución y al pueblo brasileño”.