MIAMI.- El precandidato presidencial republicano y gobernador de Florida, Ron DeSantis, presentó una propuesta de política de inmigración, en algunos apartes conocida en el país, durante un evento en una ciudad fronteriza de Texas.
DeSantis, sin explicar cómo, prometió poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, completar la construcción del muro fronterizo y enviar fuerzas estadounidenses a México para combatir los cárteles de la droga.
El amplio plan de inmigración refleja en gran medida las políticas que puso en ejecución el expresidente Donald Trump, de acuerdo al criterio de algunos expertos.
Una parte de las propuestas de DeSantis requerirían la revocación de precedentes legales, la aprobación de otros países e incluso una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.
A pesar de las dificultades, DeSantis declaró que «durante décadas, los líderes de ambos partidos han hecho promesas vacías sobre la seguridad fronteriza, y ahora es el momento de actuar para detener la invasión de una vez por todas”.
Y añadió: “Como presidente, declararé una emergencia nacional el día uno y no descansaremos hasta que construyamos el muro, cerremos la entrada ilegal y ganemos la guerra contra los cárteles de la droga. No hay excusas. Lo haremos».
La campaña de DeSantis también se comprometió a publicar en las próximas semanas detalles más precisos sobre las políticas anunciadas.
A pesar de no mencionar a Trump directamente, DeSantis se refirió al “muro fronterizo inacabado”, lo que ha sido interpretado como una indirecta al expresidente y su rival en las primarias republicanas.
Como presidente, Trump intentó construir un muro a lo largo de las 1,950 millas de la frontera entre Estados Unidos y México, pero el proyecto quedó truncado por no ser reelegido cuando los votantes se inclinaron por Joe Biden, hoy presidente de EEUU.
De igual forma, el programa migratorio de DeSantis incluye poner fin a la política que actualmente permite la liberación de inmigrantes ilegales en el país hasta la fecha de la corte.
Además, busca restablecer la política conocida como «Permanecer en México», que requeriría la aprobación de México y permitiría que los solicitantes de asilo esperen en México para sus audiencias en las cortes de inmigración de Estados Unidos.
El tema de la inmigración, como lo fue en las campañas recientes, es un factor importante entre los precandidatos a la Casa Blanca, tanto republicanos como demócratas.