Fiel a los postulados izquierdistas, Andrés Arauz, candidato socialista a la presidencia de Ecuador y delfín del expresidente Rafael Correa, asegura que no cumplirá el plan de liquidez que mantiene Ecuador con el Fondo Monetario Internacional y que buscará mecanismos legales para obligar a repatriar depósitos que los ecuatorianos tienen en el exterior pero sobre todo evalúa la desdolarización de la nación.
Arauz quiere repetir en Ecuador la fórmula de su mentor. Correa se refirió repetidamente a la dolarización como un error costoso y promocionó la importancia de una moneda nacional como una herramienta de «coordinación social» a través de un esquema de pago electrónico controlado por el gobierno. Para allá apunta el candidato socialista.
Con esa fachada, Correa activó un sistema digital para pagar a los empleados públicos que resultó un intento encubierto para crear una moneda alternativa incentivando su uso con reembolsos del impuesto al valor agregado (IVA) para las empresas que lo adoptaran, pero ni las campañas publicitarias frenaron el fracaso después de cinco años de su implementación. Sin embargo, su delfín confía en que logrará otro resultado.
Más peligroso
Andrés Arauz es Bachelor of Science en Economía por la Universidad de Michigan y máster en Economía del Desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y engrosa sus planes con la imposición de controles de capital a través de una cuota fija fijada por el Banco Central y un impuesto de «salida de moneda» del 27 %, que se cobrará a cualquiera que intente sacar dinero del país.
“Esta medida, que probablemente ejerza una considerable presión a la baja sobre todos los precios de los activos hace que Arauz sea mucho más peligroso de lo que la gente cree porque parece ser menos pragmático y más ideológico que Correa y obsesionado por el poder» analiza Reason.
Incluso, su visión deja a un lado la experiencia del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, donde a raíz de la hiperinflación, la dolarización de facto proporciona cierta estabilidad monetaria.
Moneda estable
En Ecuador, donde el dólar estadounidense es la moneda oficial desde el año 2000 como respuesta a una crisis económica que generó un caos político. El entonces presidente Gustavo Noboa decidió dolarizar completamente la economía cuando los niveles de inflación anual alcanzaron el 96 % y el Sucre, la moneda oficial desde el siglo XIX, había perdido el 115 % de su valor frente al dólar.
En ese momento, uno de los críticos más vociferantes de la dolarización era el profesor de economía graduado en Estados Unidos, Rafael Correa, para quien adoptar el dólar significaba renunciar a la «soberanía nacional» y la capacidad de estabilizar la economía a través de la política monetaria en tiempos de crisis. Con ese discurso llegó a la presidencia en 2007 y gobernó diez años bajo el paraguas del socialismo.
La diferencia con Correa es que Arauz aún no está en el Palacio de Carondelet y la avalancha en contra por su posición se convirtió en tsunami intenta surfear prometiendo “sin ambigüedades y sin truco” certidumbre a los mercados y poder adquisitivo con “más dólares” en un brochure digital de campaña.
Su postura le puede salir cara en la segunda vuelta electoral donde se medirá con el empresario Guillermo Lasso considerando que la reciente encuesta de Cedatos arrojó que 88,7 % de los ecuatorianos rechaza la desdolarización a pesar de la recesión económica.
Andrés Arauz se victimiza. Afirma que es una “campaña sucia” y se afinca en que fue director del Banco Central y servidor de carrera en la institución pero al mismo tiempo confiesa que impedirá que “unos pocos banqueros” marquen la dinámica financiera del país.
Contenido oculto
El Observatorio de la Dolarización en donde Andrés Arauz y sus amigos Diego Ramos, otro economista «con interés en Doctrina Social Católica, Nueva Arquitectura Financiera, Inclusión Financiera y Teoría Monetaria» y Andrés Chiriboga Tejada, sociólogo económico miembro de la Junta de Regulación y Política Monetaria y Financiera de Correa, vociferaban sus críticas contra el manejo económico del presidente actual, Lenin Moreno, cerró luego de la viralización de contenido en medio de la campaña y en vísperas de la segunda vuelta prevista para el 11 de abril.
El blog donde también cuestionaban la deuda externa y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional así como los intereses y comisiones que cobra la banca ecuatoriana dejó de funcionar en la dirección https://dolarizacion.ec/. El Observatorio negó intencionalidad y atribuyó el hecho a un ataque cibernético.
Frente a las críticas, les tocó republicar el contenido en otra dirección donde Arauz no escribe desde agosto del año pasado. Pero el artículo existe y no lo puede negar como tampoco que su meta es “establecer una política redistributiva que aplique un impuesto a los grandes negocios que ganen más de un millón de dólares de 1% para darle a la sociedad acceso al financiamiento y pueda cubrir sus necesidades básicas”.
Arauz tiene su ojo en los “9000 millones de dólares de liquidez que están en la economía nacional, en el sistema financiero, el Banco Central y también en los cerca de los 30000 millones que están en el exterior, que si una parte de eso se logra repatriar, va a generar liquidez dentro de la economía ecuatoriana”. Así lo dijo en una entrevista.
Un paso adelante
Lenín Moreno, actual presidente de Ecuador, considerado por Correa como el “gran traidor de la revolución ciudadana” tras apartarse de sus filas -por el caso de los sobornos recibidor para la financiación de su movimiento político Alianza País a cambio de la adjudicación de millonarios contratos del Estado a la constructora brasileña Odebrecht- intenta frenar las intenciones de Arauz.
Desde su despacho envió con el “carácter de económico urgente” el proyecto de Ley para la Defensa de la Dolarización luego de cumplir con los requisitos formales que la Asamblea Nacional recomendó días atrás revela El Telégrafo.
Su propuesta reforma el Código Orgánico Monetario y Financiero para proteger el sistema monetario con la independencia del Banco Central del Ecuador (BCE).
En este sentido, uno de los objetivos del proyecto es dotar de autonomía técnica al BCE para evitar “manejos políticos e irresponsables” que busquen utilizar las reservas internacionales para financiar el gasto del Estado.
Según la normativa, las funciones del BCE se centrarán en formular e implementar la política monetaria, proteger la estabilidad financiera, elaborar la programación macroeconómica y además establece recuperar los cuatro sistemas del balance de la entidad, para garantizar y transparentar el debido respaldo de las reservas internacionales a los depósitos que se tengan en el BCE.
La Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera pasaría a ser la Junta de Política y Regulación Financiera (JPRF), un órgano independiente, encargado de emitir el marco regulatorio prudencial, al que deben sujetarse las entidades financieras, de valores y seguros, así como de formular políticas y expedir regulaciones que fomenten la inclusión financiera.
Detractores con intereses
La reforma legal de Moreno implementa, además, mejoras en la supervisión del sistema financiero y de la economía popular y solidaria, en beneficio de los depositantes y la estabilidad del sistema financiero nacional.
Pero el Observatorio de la Dolarización rebate la iniciativa. Desde su cuenta en Twitter, esta organización advierte que “las reformas planteadas impedirán que el Gobierno Nacional pueda destinar recursos a la economía para su reactivación, impedirán que la regulación genere alivio financiero a los hogares y empresas deudoras”. Además, advierten que “el proyecto lejos de defender la dolarización, la pone en peligro”. Son tiempos de campaña, cada cual rema al lado conveniente.
Fuente: PanamPost