MIAMI.- El problema de la inmigración en Chile tiene similitudes con el que se vive en estos momentos en Estados Unidos. Ello involucra una creciente preocupación debido a la llegada de migrantes con prontuario delictivo e incluso miembros de mafias o pandillas internacionales, que tienen en alerta a las autoridades y un segmento de la clase política.
Según el diputado chileno Johannes Kaiser, estos grupos, entre los que menciona al Tren de Aragua y el cartel de los Soles de Venezuela, mafias mexicanas y los Latin Kings de Ecuador, habrían contribuido al incremento de la tasa de criminalidad, exacerbando los problemas de seguridad pública en Chile.
Kaiser, quien habló con DIARIO LAS AMÉRICAS, propone como solución por “los próximos 15 o 20 años” el cierre de las fronteras, la detención de inmigrantes y la posterior deportación a sus países de origen. Sostiene que “Chile se ha transformado en el basurero de América” y que Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, habría “fomentado una política hemisférica de fronteras abiertas”.
-Hay un rumor político sobre la posibilidad de que el diputado Kaiser aspire a la presidencia. ¿Qué tan cierto es este rumor?
Debo aclarar que no es para la elección presidencial en la primera vuelta, es una primaria presidencial que está ofreciendo a toda la oposición el bloque político llamado Chile Vamos.
-¿Qué opciones ve para usted en esa contienda interna? ¿Cuáles serían los pilares de su eventual campaña presidencial si llega a ser el nominado como el candidato de la oposición?
Hacer una valoración sobre esa materia en estos momentos es realmente difícil. Estamos a dos años de la elección de presidente y aquí se están solamente posicionando las figuras para este evento preelectoral. No sé si podré ganar la primaria, pero de todas maneras podría tener un buen resultado, considerando que mi objetivo central es llevar al debate las ideas que defiendo. Eso es lo primero, así que vamos a ver de la mano de esta presentación del ideario que represento, si efectivamente somos capaces de movilizar suficiente gente como para poder pasar a la siguiente fase.
-A usted se le conoce por sus fuertes intervenciones en el Congreso. Recientemente, ha emitido una serie de opiniones sobre la inmigración y la inseguridad en su país. ¿Cómo analiza esos asuntos tan cruciales para los chilenos?
En Chile estamos viviendo un problema con la inmigración masiva de personas que no han sido controladas respecto a sus antecedentes penales, en un país que ya no crece económicamente, entre otras cosas, también gracias a la gente del gobierno de Boric. Ese es un punto para dejar en claro. Estamos viviendo una invasión de pandillas centroamericanas que están transformando a este país, otrora seguro, en un campo de batalla, un país que se está tratando de dividir por las fuerzas supuestamente progresistas de izquierda. Respecto de las propuestas del presidente Boric, a mi juicio son un insulto a la inteligencia. Lo que han hecho y siguen haciendo no tiene ningún objetivo efectivo de control de fronteras. Tampoco tienen ningún objetivo para devolver a su país a las personas que han ingresado al nuestro, sin tener el derecho o la posibilidad de residir aquí sin tener que recurrir a la informalidad o peor aún al crimen.
-Le hemos escuchado algunos análisis sobre las demoras para ofrecerles atención médica a los chilenos. También acerca de la sobresaturación de las plazas laborales y la falta de vivienda. Específicamente, ¿cómo esa ola migratoria que usted señala está afectando la vida de los chilenos?
Si usted ya tiene un sistema de salud deficitario y llega mucha gente sin un respaldo económico propio, ese sistema deficitario se hace catastrófico. Tenemos 2.700.000 personas esperando atención médica, 50.000 personas mueren al año por no recibir atención médica. Teníamos un déficit de 700.000 viviendas, ahora deben ser 780.000 viviendas. También tenemos déficit en materia carcelaria y de escuelas. Gracias a un reglamento de Michelle Bachelet, personas con un background migratorio son atendidas como grupos vulnerables, lo cual significa que chilenos se quedan sin la posibilidad de acceder a los colegios porque se entregan esas plazas a hijos de inmigrantes. Esto no da para más. No puede ser que un país y parte de su clase política decidan sacrificar a su propia población para ayudar a terceros necesitados. Hemos sido y somos muy generosos, pero hay límites humanos, técnicos, sociales, físicos respecto a la cantidad de ayuda que puede seguir ofreciendo Chile, y esos límites están agotados.
-¿Qué análisis se puede hacer de la situación migratoria que se registra en Chile? ¿Se podría comparar con la de Estados Unidos, donde se denuncia una política de fronteras abiertas?
Es posible. Creo que la lógica política de destruir estos estados es exactamente la misma. Pero veamos nuestras dimensiones. A Chile entró en el curso de cinco años el equivalente a 30 millones de personas que hubiesen ingresado los Estados Unidos, si lo vemos desde el punto de vista per cápita respecto a la población total.
-Esa situación usted viene denunciándola desde hace algún tiempo. Pero bien vale la pena preguntarle, ¿qué soluciones plantea para resolver el problema?
No existen los caminos fáciles. Aquí lo primero que hay que hacer es cerrar el grifo, es decir, la frontera tiene que ser cerrada. Las personas que se encuentran ilegal o irregularmente en nuestro país tienen que ser identificadas, detenidas y despachadas a sus países de origen. Y aquellas personas que estén legalmente en este país y hayan cometido delito, tienen que sufrir el mismo destino después de haber cumplido su pena; no queda otro camino. Y lo otro es que el trato a chilenos e inmigrantes debe ser igual. No puede ser que tratemos a nuestro compatriota de peor manera que aquellas personas que han llegado a Chile y hasta el momento no han hecho ningún aporte a este país. Más allá de eso, para solucionar la situación interna se requiere gestión y desarrollar de nuevo la economía para hacerla capaz de volver a entregar bienestar y desarrollo. Pero el tema migratorio, ya sea legal o ilegal, que es de número más grande, tiene que ser un capítulo cerrado cuanto menos por los próximos 15 o 20 años.
-En Estados Unidos se está denunciando el ingreso de miembros de pandillas como el Tren de Aragua de Venezuela. A su país también han llegado muchos venezolanos que huyen del régimen de Nicolás Maduro, aunque algunos, en mayor o menor medida, han sido identificados como parte de los estallidos sociales que han golpeado a Chile ¿Qué impacto ha tenido en la tasa de criminalidad el arribo de migrantes con prontuario delictivo?
Hemos visto un aumento de la criminalidad en casi el 100% en materia de homicidios. Todos los días se encuentra a una persona o a varias descuartizadas en alguna parte. Todos esos grupos se han instalado aquí, el Tren de Aragua, el cartel de los Soles, aunque son lo mismo; también tenemos mafias mexicanas e incluso nos informa que están llegando miembros de los Latin Kings, que son mafiosos ecuatorianos que ahora están escapando de Ecuador, y vemos que Chile se ha transformado en el basurero de América, mientras que Estados Unidos está compartiendo nuestro destino por propia decisión. Este tema de las fronteras abiertas es algo que ha fomentado el Departamento de Estado de los Estados Unidos entre todos sus aliados y amigos, y eso se está viendo en esta política hemisférica, y yo me pregunto hasta qué punto los Estados Unidos podrá seguir haciéndose a sí mismo y al resto de Occidente un tan flaco favor.
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