La cantidad de personas que se registraron para recibir los beneficios por desempleo superó los 900.000 a inicios de enero y desde entonces ha ido disminuyendo. Aun así, las solicitudes siguen siendo altas desde el punto de vista histórico: antes de la pandemia, en marzo del 2020, las solicitudes semanales eran de unas 220.000.
En Estados Unidos, los negocios están reabriendo a medida que la campaña de vacunación avanza y más gente se siente cómoda regresando a restaurantes, tiendas y bares. Los empleos disponibles aumentaron a un récord de 9,3 millones en abril. Los despidos se redujeron a 1,4 millones, la cifra más baja desde el 2000.
Cuatro millones de personas renunciaron en abril, indicio de que se sienten confiadas de poder conseguir otra plaza.
“A medida que se normaliza la vida y el sector de servicios cobra impulso, prevemos que continuará la tendencia a la baja de las solicitudes de prestaciones por desempleo”, dijo Joshua Shapiro, economista jefe de la firma consultora Maria Fiorini Ramirez, Inc.
En mayo, la economía generó 559.000 empleos nuevos y la tasa de desempleo fue de 5,8% comparado con 6,1% en abril. Muchos economistas preveían una aceleración mayor. El déficit de empleos con respecto a febrero del 2020 es de 7,6 millones.
Los empleadores estadounidenses reportaron un récord de 9,3 millones de puestos vacantes en abril mientras la reapertura de la economía estadounidense cobra velocidad.
El número de puestos vacantes se disparó un 12% frente a los 8,3 millones registrados en marzo.
Muchas personas demoran la búsqueda de empleo porque los beneficios de las ayudas federales ofrecidas por la Administración Biden son mayores que los sueldos en sus antiguos trabajos.
Fuente: Diario las Américas