El trabajo conjunto entre el ministerio de Defensa de Israel, la Oficina Nacional para el Financiamiento del Terrorismo, la Policía Nacional, sumado a la Fiscalía, permitió descubrir un contrabando de oro entre Irán y Venezuela, el cual serviría para financiar las actividades del grupo terrorista Hezbolá.
El metal precioso formaba parte del cargamento de un vuelo de la aerolínea iraní Mahan Air que despegó de Venezuela con destino a Teherán. Una orden firmada por el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, confirma “una operación de contrabando de oro entre Irán y Venezuela” forma parte de “un comercio secreto” entre ambas naciones para llenar las arcas de Hezbolá, divulgó The Jerusalem Post.
Empresarios como intermediarios
De acuerdo con las autoridades de Israel, los envíos de oro son posibles a través de empresarios que operan como intermediarios. Uno de ellos es Badr Ad-Din Naimi Musawi, a quien se considera como el responsable de manejar esta operación dentro de la Fuerza Quds iraní, al comprar oro en Venezuela y utilizar sus conexiones comerciales, así como políticas, para cubrir su financiación ilícita.
“Fue responsable de contrabandear el oro de Venezuela a Irán y venderlo con ganancias para financiar a Hezbolá”, indica el medio israelí.
Otro involucrado en estos negocios del régimen de Nicolás Maduro con la organización musulmana chií libanesa es el empresario iraní Seyed Moosavi, quien según un reporte confidencial del área de delitos financieros de la empresa de seguros Lloyd’s viaja con regularidad a Caracas, coordina los embarques, cierra los negocios con el ministro del petróleo chavista, Tareck El Aissami, comercializa la carga y después entrega el dinero de las transacciones al grupo terrorista.
Moosavi mueve las cargas a través de su compañía ACS Trading co, ubicada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) cuyo directorio lo integran Yaser Mohamed Saleh Ahmed Moha Aquili y Nader Mohamed Saleh Ahmed Al Aquili, ambos sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), de Estados Unidos por comercializar petróleo iraní.
La compañía le permite a Moosavi desempeñar su rol de intermediario entre ambos regímenes. Sin embargo, sus maniobras generaron la emisión de una “alerta electrónica” por parte de Lloyd’s. para notificar al mercado del envío ilícito de oro por parte de las Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) y Hezbollah desde Venezuela a Irán para recaudar fondos para actividades terroristas, facilitado por la venta de petróleo iraní, en contravención de sanciones.
Cúpula terrorista con control
En el caso de Musawi, Israel sospecha que además participó en una delegación de la Fuerza Quds en Venezuela junto al CEO de Mahan Air, Hamid Evranjad, como parte de un esfuerzo de Irán para fortalecer los lazos en América del Sur y, en última instancia, utilizar esos lazos para reforzar su propia actividad terrorista.
También tienen pesquisas sobre la participación de altos funcionarios de Hezbolá que están sujetos a sanciones estadounidenses por liderar actividades
En la lista de involucrados en este esquema de comercio de oro figuran Ali Kasir, el representante del ministerio de Asuntos Económicos de Hezbolá en Teherán, así como a Mohammad Kasir, el jefe de la unidad de logística de Hezbollah, quien maneja las transferencia de fondos después del oro convertirse en efectivo. Bajo esta modalidad, se estima que Miraflores ya suma 500 millones de dólares en envíos.