“Tras revista exhaustiva a los distintos sistemas de armas desembarcadas del Boeing 747-200F de Fars Air Qeshm, perteneciente a la República Islámica de Irán, en nuestra base aérea Libertadores (Bael), los cuales son los siguientes: sistema de defensa aérea Talash, misiles antibuque AGM-84, AGM-65G, misiles aire-aire AIM-7, Sparrow AIM-9X Sidewinder, sistema de radar AESA APG-83 SABR, contenedores UPK-23-250, lanzador UB-32 con cohetes S-5, bombas ZAB 500 kg, bomba RBK 500 kg, fusiles de asalto ligeros reparados AK-103 calibre 7,62 mm, rifles Masaf calibre 51,62 mm”, dice el reporte “secreto” al que tuvo acceso la revista colombiana.
Según Semana, el documento fue elaborado por el director general del despacho del Ministerio de Defensa, mayor general Gerson Enrique Labrador, y tenía un sello de la República Bolivariana de Venezuela. Fue enviado el 16 de julio al comandante de la Defensa Aeroespacial Integral de la Nación por el ministro de la Defensa del régimen, Vladimir Padrino.
De igual manera, otro documento del 9 de septiembre pasado, que fue enviado al ministro Padrino, el comandante general de la aviación de Venezuela, general Pedro Alberto Juliac Lartiguez, hacía un inventario del armamento llegado de Irán y afirmó que el material fue inspeccionado por personal iraní y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Dichos armamentos y sistemas fueron inspeccionados por el personal de ingeniería aeroespacial iraní y nuestros oficiales superiores encargados del área de armamento adscritos al Codai (Comando de Defensa Aérea Integral) en nuestras instalaciones. Quedando a la espera de sus órdenes para maniobras de prácticas y el ensamble de dichos sistemas”.
Adicionalmente, una agencia internacional de inteligencia habría confirmado a Semana que dos grupos de élite de la Fuerza Revolucionaria de Irán llegaron a Venezuela y han estado dando recomendaciones al régimen de Maduro en cuanto a mejoras en los sistemas cibernéticos y de comunicaciones, y la ubicación de baterías antiaéreas. Además, habrían estado acondicionando barcos venezolanos.
La información también alerta que Venezuela se está convirtiendo en una potencia en la región en el uso de drones militares espías, con la asesoría de Rusia e Irán.
Los documentos “secretos” también dan cuenta de que el régimen de Maduro tiene un despacho que asigna recursos millonarios para remodelar instalaciones que son designadas a personal iraní.
De igual forma, el régimen ha enviado personal venezolano a Irán para recibir instrucción en defensa y estrategia, de misiles navales y mantenimiento de lanchas misilísticas.
Maduro al tanto
Los documentos también revelarían que Maduro está al tanto de toda esta estrategia. Un documento fechado el 10 de septiembre, dirigido por Padrino al comandante de la Defensa Aeroespacial Integral de la Nación le ordena “alistar los almacenes de armamentos y sistemas de defensa de la base aérea Libertadores para revista por parte del ciudadano presidente de la República Bolivariana de Venezuela y comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ‘Nicolás Maduro Moros’, en conjunto con el alto mando de nuestra gloriosa Fuerza Armada Bolivariana y (sic) ingenieros aeroespaciales de nuestra hermana República Islámica de Irán”.
Todos los documentos dicen al final: “Chávez vive, la patria sigue. Independencia o nada… ¡Viviremos y venceremos!”.
Maduro espía a Duque
El régimen de Maduro también está utilizando drones militares para espiar la frontera con Colombia, con apoyo de Rusia. Documentos muestran que se ha ordenado el desplazamiento de este tipo de aparatos hacia los estados fronterizos.
Aseguró Semana que de acuerdo a un documento del 4 de octubre, firmado por Padrino, varios drones fueron movilizados hacia la frontera esta semana cuando el presidente Iván Duque viajó a Villa del Rosario para participar en la conmemoración del bicentenario de la firma de la Constitución de 1821.
“Por orden del ciudadano presidente de la República Bolivariana de Venezuela y comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ‘Nicolás Maduro Moros’ proceda a trasladar diez (10) aeronaves no tripuladas tipo (arpía) hacia el comando de zona n.º 21 en el Táchira (…) Con el propósito final de continuar con labores de inteligencia, manteniendo los monitoreos constantes entre la frontera de nuestra República de Venezuela y Colombia, debiendo informar cualquier novedad a la brevedad al ente encargado”, dice el documento, que parece la prueba reina de una operación que incluye también espiar al propio presidente de Colombia.
Puntualmente, seis drones fueron desplazados al estado Táchira, a la zona de San Antonio, en la frontera con Villa del Rosario, en el área metropolitana de Cúcuta, y cuatro más a Ureña, en la zona de El Escobal, cerca a la capital de Norte de Santander.
Fuente: Diario las Américas