Más presión recae sobre el presunto testaferro del régimen de Nicolás Maduro detenido en Cabo Verde ante las acusaciones de Estados Unidos en su contra por lavado de dinero. Ahora, Reino Unido lo sanciona por “corrupción grave” al explotar dos de los programas públicos de Venezuela que se establecieron para proporcionar alimentos y vivienda asequibles a los venezolanos de bajos recursos.
«Sus acciones causaron más sufrimiento a los venezolanos que ya estaban en la pobreza, para su propio enriquecimiento privado», señaló el ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido en un comunicado. En el documento se precisa que la restricción implicará el congelamiento de los activos y prohibiciones de viaje.
Para el secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, el colombiano Álex Saab incurrió en “contratos adjudicados incorrectamente, donde los bienes prometidos se entregaron a precios muy inflados», incluso considera que este empresario colombiano a quien Maduro enviste de “diplomático” se ha “llenado los bolsillos mediante la apropiación indebida y con su codicia ha causado un daño incalculable”.
Con esas razones, Saab forma parte del segundo grupo de sancionados de Reino Unido junto a su supuesto socio Álvaro Pulido, quien también figura en la lista. Del mismo modo, entre los señalados se encuentra Teodoro Obiang Mangue, vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del actual presidente, por la presunta apropiación indebida de fondos estatales en sus propias cuentas bancarias personales.
Al parecer, estos recursos recursos de carácter público destinaron para adquirir una mansión en París de 100 millones de dólares, un jet privado de 38 millones de dólares y un guante de 275.000 dólares usado por Michael Jackson.
Sumado a ello, entre otros señalados por Reino Unido también figura Kudakwashe Regimond Tagwirei de Zimbabwe, a quien se incluyó por acelerar la devaluación en el país con el canje de letras del Tesoro del Gobierno por hasta diez veces su valor oficial y por último a Nawfal Hammadi Al-Sultan, quien, de acuerdo con el documento, se involucró en actos de corrupción en su papel de gobernador de la provincia de Nínive, Irak.
Defensa en silencio
El equipo legal de Álex Saab aún no se pronuncia sobre la decisión del Reino Unido. Sin embargo, el gobierno británico declara su compromiso de lucha contra “la plaga de la corrupción”, para propiciar la rendición de cuentas de los responsables de su “efecto corrosivo”, porque “ la corrupción agota la riqueza de las naciones más pobres, mantiene a su gente atrapada en la pobreza y envenena el pozo de la democracia”.
De esa manera, también se deslinda de la solicitud de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de ordenar detener la extradición de Saab a Estados Unidos.
Desde Miraflores hay más que cuestionamientos. El ministerio de Relaciones Exteriores del chavismo, Jorge Arreaza, emitió un comunicado en rechazo a las sanciones y culpó al Reino Unido de presentarse como un «juez anticorrupción para el mundo, mientras actúa como uno de los principales responsables del robo de activos de todos los venezolanos».
Es una crítica explicita referente a la indisposición del Banco de Inglaterra de entregar casi 2000 millones de dólares en oro al gobierno de Maduro, debido a una disputa sobre si el oro debería ir al líder opositor Juan Guaidó, a quien Reino Unido reconoce como el presidente legítimo de Venezuela.
Con cuestionamientos
“Las sanciones a ciudadanos que se dedicaban a facilitar el acceso a la alimentación del pueblo venezolano sorteando las limitaciones del bloqueo inhumano de Estados Unidos, es un acto criminal que se corresponde con la estrategia fracasada de generar daño a la institucionalidad venezolana”, reza el comunicado del canciller chavista, Jorge Arreaza que se divulgó en Twitter.
Fuente: PanamPost