A menos de un mes de que Biden asumiera el cargo, La Habana ya había jugado sus primeras cartas en busca de un mejoramiento en las relaciones binacionales, tratando de demostrar que Cuba no es un país terrorista, aunque se niega a extraditar a un grupo de guerrilleros colombianos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que mantiene refugiados en ese territorio.
El director de la Sección de Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, un día después de que el expresidente Donald Trump incluyera a la nación caribeña en la lista de Estados que auspician el terrorismo, afirmó que “confiamos” en Biden y su equipo, y “como mismo la lista se concibió unilateralmente, es unilateral corregir ese error”.
Blinken también contestó interrogantes del representante Albio Sires, en relación con la isla gobernada hace seis décadas por una dictadura que ha fusilado a opositores y derribado aviones con pilotos que cumplían labores humanitarias.
El titular de las relaciones internacionales de EEUU aseveró que la Administración Biden está revisando “en este momento toda la política hacia Cuba”, pero que todavía “no se ha llegado a ninguna conclusión”.
A mediados de febrero, una treintena de senadores, congresistas, alcaldes, activistas y personalidades del sur de la Florida plantearon al presidente Biden exigirle al régimen cubano que se ciña a tres pasos si quiere que EEUU “suavice” las sanciones impuestas a la isla.
Según Carlos Giménez, congresista del distrito 26 del sur de Florida, “cualquier paso de Estados Unidos” debe darse sobre la base de que la dictadura cubana “restablezca los derechos civiles de los cubanos, libere a los presos políticos y permita elecciones democráticas”.
Entretanto, Blinken enfatizó este miércoles que “en general compartimos los mismos objetivos cuando se trata de Cuba, y eso es democracia y libertad para su pueblo” y expresó “respeto” a los “cubanoamericanos” por lo que “han vivido”.
El congresista Sires manifestó su preocupación por la presencia de Rusia en Venezuela, con el fin de promover acciones que generen desestabilización en la región.
Sobre el tema, Blinken sostuvo que comparte “esa preocupación” y añadió que “hemos visto un resurgimiento de la presencia y actividad rusa en Cuba en los últimos años, y estamos muy atentos a eso en todos los aspectos”.
La representante Salazar también formuló preguntas al secretario de Estado en cuanto a la aplicación de la Ley Helms-Burton, cuyos capítulos III y IV fueron reactivados por el expresidente Donald Trump.
“Nosotros siempre implementaremos la ley”, dijo lacónicamente el funcionario.
El Título III de la ley permite a ciudadanos estadounidenses que hayan sido expropiados por el régimen castrista demandar a las empresas o ciudadanos extranjeros que trafiquen con esos bienes. El Título IV impide la entrada a EEUU de los demandados por el capítulo anterior.
Salazar habló además de la posibilidad de incluir a Venezuela en la lista de países patrocinadores del terrorismo, a lo que Blinken respondió que si “cumple con los requisitos de la ley” no descartaría ese paso.
Asimismo, la congresista republicana alertó sobre un dossier publicado por la revista Semana, en el que se pone de relieve un plan del régimen de La Habana para interferir en los asuntos políticos de Colombia.
Al ser preguntado por Salazar, Blinken dijo no tener información sobre ese aspecto.
Fuente: Diario las Américas