La economía de Estados Unidos registró una tasa anual del 6,4% en los primeros tres meses del año respecto al 2020, un análisis que no refleja los problemas por los que atraviesa la economía estadounidense en estos momentos como una fuerte alza de precios que ha frenado el consumo, la inflación por encima del 4%, gasto gubernamental excesivo y escasez de productos como los semiconductores para la industria automotriz y otras, además de la abultada deuda pública que ronda los 30 billones de dólares.
La cifra parece alentadora, pero la comparación con el 2020 resulta engañosa porque desde finales de enero del 2020 los efectos de la pandemia en China y en Europa ya incidían en los resultados de la economía estadounidense, cuyo consumo está estrechamente ligado a producciones provenientes del gigante asiático.
La recuperación tras la profunda recesión cobró impulso desde julio del 2020, ayudada por las medidas asumidas durante la administración Trump y las entidades financieras del gobierno, además de los paquetes de estímulo económico que superaron los 4 billones de dólares en el año anterior, que incluyeron fondos para las investigaciones de las vacunas que se aprobaron en diciembre.
La apertura en enero de varios estados que mantenían estrictas regulaciones por la pandemia, mejoró el consumo pero la producción de bienes duraderos se ha visto severamente afectada por la dependencia de materias primas y componentes electrónicos procedentes de Asia.
El aumento en el Producto Interno Bruto —que mide la producción total de bienes y servicios de la economía— fue el mismo que la cifra previa publicada por el gobierno hace un mes, informó el jueves el Departamento de Comercio. Las revisiones al alza del gasto del consumidor —que representa dos tercios de la actividad económica— se vieron compensadas por un menor crecimiento de las exportaciones. Sin embargo, el alza de precios ha frenado ahora esa tendencia en el consumo, además de las preocupaciones sobre una alta inflación que superó en abril el 4%
Según la cifra ofrecida por el gobierno, el PIB se encuentra ahora en un 0,9% por debajo del nivel del cuarto trimestre del 2019, antes de que terminara la expansión económica más larga del país en el primer trimestre del 2020.
Algunos especialistas pronostican que la economía crecerá entre un 6% y un 7% este año, lo que sería el desempeño más sólido desde un aumento del 7,2% en 1984, otro año en el que la economía se estaba recuperando de una recesión profunda.
Otros analistas observan la situación con muchas reservas, debido al enorme gasto que realiza la administración Biden y medidas contraproducentes contra la industria del petróleo y planes de billones de fondos en sectores improductivos.
Fuente: Diario las Américas
La apertura en enero de varios estados que mantenían estrictas regulaciones por la pandemia, mejoró el consumo pero la producción de bienes duraderos se ha visto severamente afectada por la dependencia de materias primas y componentes electrónicos procedentes de Asia.
El aumento en el Producto Interno Bruto —que mide la producción total de bienes y servicios de la economía— fue el mismo que la cifra previa publicada por el gobierno hace un mes, informó el jueves el Departamento de Comercio. Las revisiones al alza del gasto del consumidor —que representa dos tercios de la actividad económica— se vieron compensadas por un menor crecimiento de las exportaciones. Sin embargo, el alza de precios ha frenado ahora esa tendencia en el consumo, además de las preocupaciones sobre una alta inflación que superó en abril el 4%
Según la cifra ofrecida por el gobierno, el PIB se encuentra ahora en un 0,9% por debajo del nivel del cuarto trimestre del 2019, antes de que terminara la expansión económica más larga del país en el primer trimestre del 2020.
Algunos especialistas pronostican que la economía crecerá entre un 6% y un 7% este año, lo que sería el desempeño más sólido desde un aumento del 7,2% en 1984, otro año en el que la economía se estaba recuperando de una recesión profunda.
Otros analistas observan la situación con muchas reservas, debido al enorme gasto que realiza la administración Biden y medidas contraproducentes contra la industria del petróleo y planes de billones de fondos en sectores improductivos.
Fuente: Diario las Américas