MANAGUA.- El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su profunda preocupación ante el retiro formal de Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA), calificándolo como «otro paso más lejos de la democracia».
«El retiro del régimen Ortega/Murillo de la OEA es otro paso más lejos de la democracia y aísla aún más a Nicaragua de la comunidad internacional», advirtió el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mathew Miller, a través de un mensaje en la plataforma X.
La OEA, que ha denunciado reiteradamente las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, anunció que continuará monitoreando de cerca la situación democrática y los derechos humanos en el país centroamericano, a pesar de su salida del organismo regional al que había pertenecido desde 1950.
Duro golpe a la lucha en Nicaragua
La resolución aprobada por el consejo permanente de la OEA a principios de mes establece que el organismo seguirá prestando «especial atención a la situación en Nicaragua» e intentará fomentar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en el país.
Arturo McFields, quien fuera el representante de Nicaragua en la OEA hasta que públicamente denunció al dictador Daniel Ortega, y a su esposa, Rosario Murillo en 2022, expresó que el retiro de Nicaragua es un «duro golpe a la lucha de la defensa de los derechos humanos y a la democracia». Sin embargo, se mostró esperanzado con la resolución de la OEA.
El régimen de Ortega enfrenta críticas por su manejo de las protestas callejeras en 2018 y la represión violenta que siguió, así como por su supresión de voces críticas, incluyendo universidades privadas, la Iglesia católica y organizaciones de la sociedad civil.
El proceso de retiro de Nicaragua de la OEA comenzó en noviembre de 2021, tras la condena del organismo a las elecciones consideradas defectuosas que le otorgaron otro mandato a Ortega. La última nación en salir de la OEA fue Venezuela en 2019.