«Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos este año continuarán el año que viene«, dijo Buttigieg a la cadena CNN.
El funcionario explicó que la situación se debe, parcialmente, al aumento de la demanda a medida que la economía se va recuperando del golpe causado por la pandemia.
«El problema es que (…) están entrando cantidades récord de mercancías, y nuestra cadena de suministro no puede seguir el ritmo», justificó.
Decenas de barcos están atracados en los principales puertos de la costa oeste, Long Beach y Los Ángeles, a la espera de descargar.
«Estos dos puertos representan el 40% de nuestro tráfico de contenedores», dijo, y agregó que se han tomado medidas para descongestionar las terminales.
«Ahora operan las 24 horas del día. No es algo fácil de hacer de la noche a la mañana, pero fue un compromiso fuerte», según el funcionario de la administración Biden.
«Tenemos que abordar los problemas a largo plazo que nos han hecho vulnerables a este tipo de cuellos de botella», pidió.
Y aprovechó la crisis de suninistro para hacer propaganda al plan de infraestructura de Joe Biden, «Por eso tenemos que aprobar el plan de infraestructuras del presidente Joe Biden», argumentó.
Este proyecto de ley cuenta con un relativo consenso en el Congreso, pero el ala de la extrema izquierda del partido demócrata se niega a aprobarlo hasta que no garantice un colosal plan de gasto social que endeudaría más el país.
Los problemas de abastecimiento fueron tema central en la reunión de ministros de finanzas de los países industrializados celebrada esta semana en Washington.
Fuente: Diario las Américas