BARI.- En el marco de la cumbre del G7 celebrada en Italia, Estados Unidos anunció el jueves un acuerdo de seguridad con Ucrania con una duración de 10 años, diseñado para brindar apoyo continuo frente a la invasión rusa.
«Estados Unidos está enviando hoy una poderosa señal de nuestro fuerte apoyo a Ucrania, ahora y en el futuro», expresó un comunicado estadounidense que acompañó el anuncio del acuerdo, antes de la firma oficial por parte del presidente Joe Biden y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Este acuerdo, similar en varios aspectos al que Estados Unidos mantiene con Israel, compromete a Washington a entrenar al ejército ucraniano, proporcionar equipos de defensa, realizar ejercicios conjuntos y cooperar en la industria de defensa.
No obstante, a diferencia de un compromiso con un miembro de la OTAN, Estados Unidos no se obliga a enviar tropas para defender a Ucrania en caso de un conflicto directo.
Congelar activos rusos en EEUU
Estados Unidos y países europeos acordaron congelar activos rusos hasta que Rusia pague reparaciones por la invasión de Ucrania, informó un funcionario estadounidense el jueves.
Esta decisión facilita un paquete crediticio de 50.000 millones de dólares para Ucrania durante la cumbre del Grupo de los Siete, donde el presidente estadounidense Joe Biden firmará un acuerdo de seguridad con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
El acuerdo aprovechará los intereses y los ingresos de más de 260.000 millones de dólares en activos rusos congelados, mayormente en Europa, para asegurar un préstamo de 50.000 millones de dólares de Estados Unidos y préstamos adicionales de otros socios. Los primeros desembolsos se realizarán este año, aunque Ucrania necesitará tiempo para utilizar todos los fondos, señaló el funcionario bajo condición de anonimato para ofrecer un adelanto del acuerdo, que se incluirá en el comunicado de los líderes del G7 el viernes.
El acuerdo también contempla la posibilidad de confiscar totalmente los activos rusos, aunque los aliados aún necesitan aprobación política debido a las preocupaciones sobre la estabilidad legal y financiera.