El gobierno de Estados Unidos confiscó este jueves el cargamento de cuatro petroleros que tenían como objetivo transportar combustible iraní a Venezuela, dijeron funcionarios estadounidenses, mientras intensifican su campaña de máxima presión contra los dos aliados fuertemente sancionados.
El mes pasado, los fiscales federales en Washington presentaron una confiscación civil alegando que la venta fue organizada por un hombre de negocios, Mahmoud Madanipour, con vínculos con la Guardia Revolucionaria de Irán, una organización terrorista extranjera designada por Estados Unidos. En ese momento, los expertos en sanciones pensaron que sería imposible hacer cumplir la orden judicial de Estados Unidos en aguas internacionales.
Un alto funcionario estadounidense dijo a The Associated Press que no se utilizó fuerza militar en las incautaciones y que los barcos no fueron confiscados físicamente. Más bien, los funcionarios estadounidenses amenazaron a los propietarios de barcos, aseguradoras y capitanes con sanciones para obligarlos a entregar su carga, que ahora se convierte en propiedad estadounidense, dijo el funcionario.
Los fiscales alegaron que los cuatro barcos transportaban a Venezuela 1,1 millones de barriles de gasolina. Pero los petroleros nunca llegaron al país sudamericano y luego desaparecieron. Dos de los barcos reaparecieron más tarde cerca de Cabo Verde, dijo un segundo funcionario estadounidense.
Ambos funcionarios acordaron discutir la delicada ofensiva diplomática y judicial solo si se les concedía el anonimato.
El embajador de Irán en Venezuela, Hojad Soltani, rechazó lo que parecería una victoria para la campaña de sanciones de Estados Unidos y dijo el jueves en Twitter que ni los barcos ni sus propietarios eran iraníes.
Fuente: Diario las Américas