Según datos ofrecidos durante el evento, alrededor de 25 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la trata, “explotadas por trabajo, por servicios o por sexo”, lo que representa la violación del “derecho más básico del ser humanos a ser libre”.
El secretario de Estado señaló la importancia de ver esta situación como un fenómeno que se extiende a la sociedad en su conjunto, debido a que el trabajo forzado se utiliza para “producir muchas de las cosas que compramos y que usamos todos los días, desde la comida en nuestras mesas hasta los minerales esenciales que entran en los dispositivos”.
“El uso del trabajo forzoso otorga una ventaja injusta a las empresas que explotan a los trabajadores, perjudica a las que siguen prácticas laborales justas y engaña a los consumidores sobre los costos reales de producción”, agregó.
La Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado de Estados Unidos, en su informe correspondiente al tráfico de personas en 2021, destacó que Cuba no cumplía los estándares para la eliminación de la trata de personas.
El reporte denunció que el régimen castrista implementa una política g o un patrón para beneficiarse de los programas de exportación de mano de obra con fuertes indicios de trabajo forzoso, particularmente su programa de misiones médicas en el extranjero.
“Además de las misiones médicas, Cuba se benefició de otros programas de exportación de mano de obra igualmente coercitiva, incluidos profesores de danza y entrenadores deportivos en Venezuela, ingenieros en Sudáfrica, técnicos forestales en Angola y marineros mercantes en todo el mundo”, explicó el documento.
Fuente: Diario las Américas