La justicia estadounidense sigue avanzando en su investigación contra Álex Saab, presunto testaferro del régimen de Nicolás Maduro. Si bien EE. UU. sigue a la espera de su extradición, esto no impide que el país inicie una nueva etapa de las averiguaciones que involucraría a varios de sus allegados, incluyendo a uno de sus hijos.
La nueva pesquisa también abre el espectro a países donde habría operado el entramado de corrupción. Según la información obtenida por El Tiempo, los involucrados estarían vinculados a una operación internacional de blanqueo de capitales que pasan por Hong Kong. El medio colombiano añadió que dentro de la nueva investigación también aparecen transacciones internacionales en Bogotá, Panamá y Medio Oriente.
Hace menos de dos meses un informe de Transparencia Internacional reveló la macroestructura de unas 89 empresas en 15 países que rodea a Saab. Sumado a esto EE. UU. calcula que la fortuna del empresario colombiano oscila entre 1000 y 1500 millones de dólares. Aquí es donde la autoridades de ese país están poniendo la lupa. Aunque el presunto testaferro del chavismo fue el primer objetivo, ahora la investigación estadounidense apunta a sus amistades y familiares.
Shadi Nain Saab Certaín, uno de los hijos del acusado, aparece como directivo de Group Grand Limited, una de las empresas que supuestamente sirvió para mover el dinero y que formaría parte de la red de corrupción relacionada al programa de alimentos CLAP, del régimen venezolano. No es la primera vez que se habla de él. El año pasado su perfil salió a relucir por ser el «aprendiz» de los presuntos crímenes de su padre. Intentó tener una carrera en Hollywood con algunos papeles que pasaron bajo la mesa.
El círculo de Saab
No podía faltar en la lista el nombre Álvaro Pulido. Su nombre aparece prácticamente cada vez que se hace mención a Saab por el blanqueo de unos 350 millones de dólares producto de fraudes a través del sistema de control cambiario en Venezuela. Pero a pesar de ello sigue libre, supuestamente en Caracas por lo que no ha rendido cuentas de sus posibles negocios ilícitos.
El excónsul colombiano Javier Betancourt Valle se suma a la lista. Autoridades de Bélgica pidieron su investigación por intentar negociar en la bolsa europea unos 200 millones de dólares en bonos de PDVSA. El último y sexto nombre es Adriana Martínez Rodríguez, exesposa de Pulido, quien «registró anticipos y avances por un valor de 818 millones de pesos, recibidos de Good Central».
Los «horrendos» crímenes financieros
Una advertencia salió desde Estados Unidos, de la mano de Marshall Billingslea, exsecretario contra el Financiamiento al Terrorismo del Departamento del Tesoro de EE. UU. Desempeñó su cargo entre 2017 y 2021, es decir, bajo la presidencia de Donald Trump. Declaraciones recientes a EVTV evidencian lo grave que fueron los presuntos delitos del barranquillero con nacionalidad venezolana.
«El comportamiento de Álex Saab en mi opinión, personal, se ubica en el tope de los más horrendos de esos crímenes financieros, porque él se estaba beneficiando del hambre como un método y herramienta para controlar la sociedad”.
Respecto a las cajas de alimentos del programa CLAP, solo llegaba el 30 % de los alimentos, porque Saab «robó el otro 70 %». El exfuncionario de Trump dio toda una serie de detalles del alcance que tuvieron los tentáculos corruptos, manipulados por Saab.
De su familia más cercana, poco se sabe. Su esposa, Camila Fabri, ha sido señalada como pieza clave del caso contra Álex Saab. El diario Il Tempo de Italia reseñó en 2019 que trabajaba como vendedora con salarios insignificantes en los últimos cinco años. Algo menos de 2000 euros por año. Pese a ello, firmó un contrato de alquiler de 70000 euros anuales por un piso en el vecindario de Parioli, Roma; compró un ático y una Range Rover por 54500 euros. Sin embargo, Marshall Billingslea, dijo estar consciente de «que la familia de Saab está ahora en Rusia”.
Fuente: PanamPost