MIAMI.- EEUU recuperó los primeros restos del globo chino derribado el sábado, informó este lunes un portavoz de la Casa Blanca, que descarta devolvérselos a China.
Los equipos desplegados frente a la costa de Carolina del Sur (sureste) «recuperaron algunos restos de la superficie del mar», dijo a los periodistas John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno estadounidense.
Añadió que las «condiciones meteorológicas» no han permitido emprender operaciones submarinas para recuperar más.
Según él, Estados Unidos «no tiene la intención o planes de devolver» los restos a las autoridades chinas.
Los republicanos critican al presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, por haber, según ellos, tardado demasiado en derribar el dispositivo.
Pero el portavoz aseguró que el retraso se debe a que era una ocasión para examinar el globo, y que esperan que los restos proporcionen más información.
Además aseguró que EEEUU ha «tomado medidas para mitigar la capacidad de recopilar (datos) que habría tenido este globo sobre nuestros sitios militares delicados».
China asegura que era un globo de observación meteorológica errante sin propósito militar, pero Estados Unidos lo califica de vehículo de espionaje a gran altura.
Según Kirby el gobierno «contactó con importantes funcionarios de la administración anterior» para obtener información sobre los sobrevuelos de globos chinos que tuvieron lugar mientras Donald Trump era presidente.
Los globos chinos sobrevolaron territorio estadounidense en tres ocasiones, por breves lapsos, durante la presidencia de Trump, y una, también por poco tiempo, al comienzo del mandato de Joe Biden, afirma El Pentágono.
Empantanado en las encuestas, cuestionado por su edad, sacudido por el incidente del globo chino, Joe Biden intentará el martes, en su discurso sobre el estado de la Unión, tratar de maquillar el descontento de muchos estadounidenses.
Para el presidente demócrata de 80 años, que hasta ahora no ha formalizado su candidatura para las elecciones de 2024, este gran discurso de política general ante el Congreso le permitirá esbozar cuáles serán seguramente los temas de su campaña. Biden, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, deberá convencer a sus compatriotas de que aún necesita cuatro años más para completar sus grandes proyectos.
Prometió relanzar la maquinaria industrial estadounidense en beneficio de la clase media; sanar a un país atormentado; y asegurar la autoridad de Estados Unidos frente a autocracias cada vez más audaces, con China a la cabeza.
Pero Biden cosecha decepciones: según una encuesta del Washington Post y el canal ABC, el 62% de los estadounidenses cree que «no ha hecho mucho» o «casi nada» desde que asumió en enero de 2021.
Empantanado en las encuestas, cuestionado por su edad, sacudido por el incidente del globo chino, Joe Biden intentará el martes, en su discurso sobre el estado de la Unión, decirles a los estadounidenses que sigue siendo, a pesar de todo, la mejor opción que tienen.
Para el presidente demócrata de 80 años, que hasta ahora no ha formalizado su candidatura para las elecciones de 2024, este gran discurso de política general ante el Congreso le permitirá esbozar cuáles serán seguramente los temas de su campaña.
Biden, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, deberá convencer a sus compatriotas de que aún necesita cuatro años más para completar sus grandes proyectos.
Prometió relanzar la maquinaria industrial estadounidense en beneficio de la clase media; sanar a un país atormentado; y asegurar la autoridad de Estados Unidos frente a autocracias cada vez más audaces, con China a la cabeza.
Pero Biden cosecha decepciones: según una encuesta del Washington Post y el canal ABC, el 62% de los estadounidenses cree que «no ha hecho mucho» o «casi nada» desde que asumió en enero de 2021.
Esto es particularmente problemático para el demócrata: no muy carismático, no destacado por su oratoria, el presidente estadounidense se basa sobre todo en su trayectoria para generar entusiasmo.
Sin embargo, esta encuesta de opinión muestra que las gigantescas inversiones y las grandes reformas sociales iniciadas por Biden no impresionan al electorado más que el fuerte crecimiento económico o la baja tasa de desempleo.
El Ejecutivo estadounidense no se da por vencido y prevé una serie de viajes para Biden, para «mostrar cómo el programa del presidente está creando empleos, renovando nuestra infraestructura, bajando el costo de vida, invirtiendo en nuestro futuro y dando resultados también para los hogares a menudodejados de lado».
La apuesta es que, dado que Biden no despierta fervor, también se puede apelar al sentido práctico de los votantes.
El presidente deberá, por tanto, multiplicar las inauguraciones de túneles y puentes, y recorrer el país para hablar del costo de la insulina y de las tasas bancarias, demostrando que tiene la energía necesaria para gobernar en campaña.
El demócrata sabe que su mejor chance en 2024, como lo fue 2020, es presentarse como el candidato de la razón frente al expresidente republicano Donald Trump, ya en campaña, y sus partidarios más radicales.Frente a los republicanos que ahora controlan la Cámara de Representantes, Biden debería mostrarse como un presidente pragmático, abierto al diálogo político.
Pero la candidatura del multimillonario republicano no inspira más entusiasmo que la suya.
Según la encuesta del Post y ABC, el 62% de los estadounidenses estaría «decepcionado» o «infeliz» si Biden fuera reelegido en 2024, y el 56% si fuera el caso de Trump.
En su estado de la Unión, un discurso en el que se afanan las plumas de la Casa Blanca desde hace semanas, el presidente abarca tradicionalmente todos los posibles temas de política internaPero este año, como ya en 2022, es una apuesta segura que los peligros internacionales ocuparán buena parte.
El año pasado, Biden se dirigió al Congreso unos días después de la invasión de Ucrania, prometiendo a los estadounidenses que «todo estaría bien». Esta vez, podrá presentarse como conductor de la respuesta occidental contra Rusia, al acercarse el primer aniversario de la guerra.
Se espera especialmente lo que Biden diga sobre China, luego de que prometiera competir ferozmente con el gigante asiático pero sin que degenere en conflicto. La oposición conservadora lo acusa de falta de firmeza en el caso del globo chino, que según el Pentágono era «espía», derribado sobre territorio estadounidense el sábado.
Nikki Haley, exembajadora de la ONU y lista para desafiar a Trump por la nominación republicana en 2024, ya tuiteó que «Biden dejó que China nos pisoteara. Es hora de que Estados Unidos vuelva a ser fuerte».