MIAMI. – Una semana después de culminar las elecciones de medio término, en las que se renovó el total de la Cámara de Representantes del Congreso de los EEUU, el partido republicano, con 218 escaños, alcanzó la mayoría necesaria para controlar dicho órgano legislativo, cuando aún quedan seis asientos por definir.
Los 435 miembros de la Cámara tienen la función constitucional de escribir leyes, destituir funcionarios federales, incluido el presidente, llevar a cabo investigaciones y, además, su presidente es la tercera persona en la línea de sucesión a la Casa Blanca.
Los distintos partidos compiten en las elecciones para alcanzar el control del poder legislativo. A fin de poder llevar a cabo sus políticas o mantener a raya las del adversario. A través de este juego de pesos y contrapesos se ejerce el gobierno en la nación más poderosa del mundo.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con dos analistas políticos para tener su valoración de lo que significa el control republicano en la Cámara Baja.
Según Luis Lauredo, analista demócrata que fuera embajador de EEUU en la Organización de Estados Americanos, estas elecciones de medio término han sido históricas. Por primera vez en años, no se cumplió lo que constituía una norma, que el partido en el poder pierde significativamente. “Por ejemplo, el presidente [Barack] Obama perdió como 70 puestos en la Cámara y Bill Clinton alrededor de 60”.
“No es una razón para que los demócratas celebren, sino para celebrar como estadounidenses. El pueblo rechazó una época, de división y ataques personales, que se inició hace seis años. Es una gran oportunidad para el partido republicano tradicional celebre la democracia”.
Por su parte, Diego Mella, analista republicano, considera que el control republicano en la Cámara significa “poner freno a todas las políticas demócratas, que desde el minuto uno, están agravando la situación del país”.
Fin de las políticas de Biden
Ambos analistas coinciden en que la nueva realidad puede constituir un freno a las políticas del presidente Joe Biden. Aunque Lauredo matiza: “Una cosa se dice en campaña, pero a la hora de gobernar hay que ser responsable. Creo que los propios republicanos tradicionales no van a permitir que haya un cambio radical, hacia el otro extremo. Además, todo indica que los republicanos tendrán una ventaja de apenas cinco o seis escaños y si ocho de ellos votan con los demócratas, sería insuficiente para llevar un cambio de política”.
Grandes gastos
Para Mella, lo peor de estos dos primeros años de la administración de Biden ha sido el enorme gasto fiscal. “Se han utilizado miles de millones de dólares para llevar a cabo sus políticas, trayendo como consecuencias la actual inflación -según el reporte de octubre es de 7.5%-. Aseguró que la nueva Cámara tomará las medidas necesarias para revertir la tendencia inflacionaria.
Lauredo justificó los gastos de la administración Biden. “La gente se estaba ahogando después de la crisis de COVID y había que darles una mano”.
“La supuesta postura fiscal conservadora del partido republicano es un mito. Es una gran mentira. El último presupuesto balanceado e incluso con superávit -de 128.000 millones de dólares – fue del presidente Clinton. Ronald Reagan, el padre del movimiento conservador, dejó un gran déficit a los demócratas. – Cuando Reagan llegó al poder el déficit era de 78.9 mil millones y lo dejó en 175 mil millones de dólares-.
Cambio de liderazgo
“Dentro del partido demócrata perder la mayoría nos da la oportunidad de hacer un cambio de liderazgo. Nancy Pelosi lleva mucho tiempo ejerciéndolo. Ha sido muy buen líder, pero tiene una personalidad un poco confrontativa. En el partido hay toda una gran generación, de gente moderada, exmilitares y demócratas conservadores, entre los 45 y 60 años. Nos da la oportunidad hacer una renovación generacional del liderazgo demócrata”, afirmó Lauredo.
Al parecer, el liderazgo de la Cámara caerá en manos del republicano Kevin Mc Carthy. “Tiene muchos detractores dentro del propio partido republicano, pero tendrán que trabajar juntos, de lo contrario, no lograrán la mayoría que necesitan para aprobar los proyectos legislativos”, afirmó Mella.
Investigaciones
Nadie duda que la Cámara liderada por el partido republicano abrirá varias investigaciones. “Se debe investigar todo lo relacionado con Hunter Biden, el hijo del presidente y al presidente mismo”, aseguró Mella. También deben ver qué vinculación tienen los demócratas con Bankman-Fried, dueño de la compañía FTX de criptomonedas, quien les donó importantes fondos para las elecciones, antes de declararse en bancarrota. Eso merece una explicación.
“Habrá vendetta. En el Congreso todavía hay gente con posiciones extremas que querrán investigar”, auguró Lauredo.
Política exterior y control de frontera
“En el área latinoamericana debemos tener una política más afirmativa hacia los derechos humanos y la democracia. Además, tomar el control de nuestras fronteras incluida toda la costa de Florida. Todo el mundo quiere hablar de la frontera con México, pero solo hay que ir a los cayos para ver cómo están llegando gente procedente de Cuba.
“Si las guerras comienzan siempre porque alguien viola una frontera, como hizo Hitler en 1939 en Polonia y Putin, el 24 de febrero en Ucrania, eso significa que la frontera física es la definición más breve de soberanía. Creo que debemos tener un control total de la frontera, sin eso no hay soberanía” indicó Lauredo, quien se auto define como un demócrata conservador.
Mella sostuvo que los demócratas saben que, si no hacen algo para controlar las fronteras, les perjudicará de cara a las elecciones presidenciales. La administración Biden acaba de despedir a Chris Magnus, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU. Según las autoridades federales, más de 2.493 millones de migrantes entraron durante el año fiscal 2022, aproximadamente, 1.7 millones más que los que entraron el pasado año.
“Magnus fue el chivo expiatorio para justiciar el mal trabajo de Biden y Kamala Harris en la frontera. La crisis no se soluciona despidiendo a las personas, sino cerrando las fronteras” acoto el expolicía.
En cuanto a la invasión rusa a Ucrania, ambos analistas coincidieron en que no se le puede dar la espalda a Kiev y en definir a China como el principal peligro que enfrenta EEUU, actualmente.
Trump en campaña presidencial
Mella considera que los republicanos no se deben dejar influir por el reciente anuncio de Trump de que será candidato a la presidencia en 2024. “Es algo muy negativo, Trump atacó a muchos de los candidatos de su mismo partido que se presentaron y ganaron estas elecciones. Mientras que mayoría de los candidatos que él apoyó no salió elegida. Los republicanos deberían traer a alguien para enfrentarlo, como el gobernador Ron DeSantis, que todo el mundo lo quiere. Incluso, el exvicepresidente Mike Pompeo puede ser una buena opción. Si Trump no desiste en su candidatura, será muy malo para las aspiraciones republicanas en las elecciones generales de 2024. Trump tuvo el apoyo de 50 millones de votantes, desarrolló políticas buenas para los EEUU, pero su tiempo ya pasó. Creo que los demócratas lo están usando para debilitar a los republicanos”.
Según Lauredo, Trump tiene tres prioridades: Trump, Trump y Trump.
“Ya le puso un ‘nombrete’ a DeSantis, al único republicano que ganó de forma inobjetable en estas elecciones. Hombre más conservador que el gobernador de Florida no existe. Considero que Trump será una distracción muy negativa en contra de lo que eligió el pueblo estadounidense. Como demócrata creo que su anuncio es terrible. Pero, me gustaría que fuera candidato ya que lo único que ha hecho en su vida es perder”.
Oportunidad de entendimiento
Le preguntamos a los analistas, si al estar el poder tan repartido, se abre una oportunidad para que ambos partidos trabajen juntos en temas clave para la nación.
“No creo que existan las condiciones para que colaboren. Los demócratas han sido muy duros con los republicanos, en estos dos años. No creo que cambien en las actuales condiciones. Los republicanos deben concentrarse en desarrollar sus políticas para salvar a los EEUU y sacarlo de esta inflación”, afirmó Mella.
Por su parte, Lauredo sostuvo: “Creo que se abre una oportunidad histórica de recuperar el centro moderado que existe y ha existido en ambos partidos. Construir la democracia sobre esa base, es difícil, pero las alternativas son el populismo y la dictadura. Ambas, catastróficas”.
“Los dos partidos pueden ponerse de acuerdo en política exterior y en otros temas cruciales. Lo importante es que estemos centrados. El mejor modelo histórico de lo que debería suceder lo implementaron en los años ochenta, el presidente Ronald Reagan y el demócrata Tip O´Neill -presidente de la Cámara de 1977 al 1987-. Se reunían para cumplir con sus obligaciones, después, por la tarde, se tomaban un Whiskey y resolvían todo. Llegaban a un acuerdo negociado porque existía un compromiso. Ambos sabían que nadie tiene el monopolio de la verdad”.
“Tengo la sensación de que renace la esperanza de construir el sueño americano de prosperidad, de reconstruir la clase media y el centro político de ambos partidos”, concluyó el veterano diplomático.