CARACAS.- El gobierno de Estados Unidos está preparando una relajación de las sanciones que mantiene sobre el régimen socialista de Nicolás Maduro que permitiría que Chevron reanude el bombeo de petróleo en Venezuela y que el crudo venezolano se abra puertas en los mercados energéticos de EEUU y Europa.
Esta medida sería a cambio de que el régimen de Nicolás Maduro se siente a negociar con la oposición y acceda a realizar elecciones presidenciales libres en 2024.
La información la publicó el diario The Wall Street Journal, que cita como fuente a personas familiarizadas con la propuesta.
Agrega el medio estadounidense que también se habría llegado a un acuerdo entre el gobierno de EEUU, Venezuela y figuras de la oposición del país caribeño para que sean liberados los fondos del Estado venezolano que permanecen congelados en bancos de EEUU para usarlos en la compra de alimentos, medicinas y equipos para arreglar las instalaciones eléctricas del país y los sistemas de agua, deteriorados por la falta de mantenimiento desde hace muchos años.
Añadió The Wall Street Journal que los funcionarios estadounidenses dijeron que los detalles del acuerdo aún están en discusión y supeditaron su éxito a que el régimen de Maduro acepte reanudar el diálogo con la oposición de buena fe.
«No hay planes para cambiar nuestra política de sanciones sin medidas constructivas del régimen de Maduro”, dijo Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Las fuentes consideraron que cualquier cambio en la política de EEUU que traiga de vuelta a las compañías petroleras occidentales enviaría una señal psicológica al mercado de que hay suministro.
La noticia de un posible acercamiento de Estados Unidos a Venezuela está surgiendo justo cuando los países de la OPEP+ liderados por Arabia Saudita y Rusia acordaron reducir la producción en respuesta a la caída de los precios del petróleo, lo que incomodó a la administración Biden.
Francisco Monaldi, experto en energía de América Latina de la Universidad de Rice, dijo que meter a Venezuela en los mercados energéticos de EEUU y Europa podría ser una estrategia a largo plazo para asegurar nuevas fuentes de energía en tanto la guerra en el Este de Europa se prolonga.
Por otra parte, hay quienes creen que un eventual acuerdo entre EEUU y Venezuela es una señal de que Washington quiere acabar con la presión sobre el régimen venezolano, que heredó de la pasada Administración del presidente Donald Trump.
Empero, la propuesta tiene apoyos y rechazos.
«Dentro del régimen, hay personas de línea dura que son muy críticas con el giro ‘neoliberal’ de Maduro… Y dentro de la oposición tienes jugadores que están muy interesados en hacer todo lo posible para continuar el gobierno interino», en opinión de Geoff Ramsey, director del programa de Venezuela en la Oficina de Washington para América Latina.
Un exjecutivo de Chevron que supervisó la expansión de las operaciones de la compañía en América Latina dijo que lo que está detrás del cambio de postura de la Administración Biden es la presión por el aumento de los precios de la energía y la escasez de suministro a nivel global, una presión que aumenta para Biden ha medida que se acercan los comicios de medio término.
Sin embargo, desde que Biden llegó a la Casa Blanca se ha venido hablando de un alivio a las sanciones a Venezuela, lo que no ha sucedido hasta ahora. En todo caso, lo que se ha visto en la Administración Biden es la disposición a no rechazar la posibilidad de negociar con Maduro al tiempo que se mantiene firme ante la política de sanciones.