Los Gobiernos de Estados Unidos y de México han acordado combatir de forma conjunta y profundizar su cooperación en cuestiones como la lucha contra el fentanilo ilícito, las sustancias químicas de doble uso, la lucha contra el tráfico de armas, la gestión de la migración y la modernización de su frontera compartida.
El pasado lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios recibieron a una delegación estadounidense encabezada por la asesora de Seguridad Nacional estadounidense, Elizabeth Sherwood-Randall, según un comunicado conjunto.
Durante la reunión, el principal punto a tratar fue la crisis del fentanilo, por la que ambas delegaciones mostraron su compromiso de seguir combatiendo a narcotraficantes mediante el descubrimiento, desarticulamiento y desmantelamiento de las redes de armas de fuego.
Además, continuarán colaborando en la interrupción del suministro de los productos químicos usados para crear fentanilo, de prevenir el tráfico de este narcótico a través de la frontera y de promover servicios de salud pública para reducir el daño que causa, además de poder aumentar los servicios de tratamiento.
El fentanilo es un medicamento de la familia de los opiáceos extremadamente adictivo, que ha provocado una creciente ola de muertes por sobredosis en territorio estadounidense a lo largo de los últimos años.
Por último, en referencia a la migración regional, han determinado ampliar la disponibilidad de vías legales de entrada en la frontera como respuesta al «reto». Así, han asegurado que seguirán modernizando y avanzando en proyectos conjuntos para beneficiar a las comunidades fronterizas.