El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha sido imputado por cinco cargos criminales entre los que se encuentran aceptar sobornos, cometer fraude electrónico, recibir donaciones de agentes extranjeros y conspirar. El documento se hizo público ayer jueves, horas después de que las autoridades llevaran a cabo un registro en su residencia. Adams es acusado de haber recibido alrededor de 10 millones de dólares en donaciones ilegales durante su campaña electoral, las cuales presuntamente serían sobornos encubiertos.
Durante una rueda de prensa posterior a la divulgación de los cargos, el alcalde demócrata rechazó rotundamente las acusaciones, afirmando que su administración continuará trabajando con normalidad y pidiendo a los ciudadanos de Nueva York que no saquen conclusiones precipitadas. «Les pido a los neoyorquinos que esperen y escuchen nuestra defensa antes de emitir juicios», subrayó Adams, expresando confianza en que su equipo podrá desmentir las acusaciones.
Entre los cargos a los que se enfrenta, se encuentran los de soborno, fraude electrónico y conspiración, así como la solicitud de contribuciones por parte de ciudadanos extranjeros en al menos dos ocasiones. La acusación señala que Adams habría participado en un esquema corrupto que se remonta a 2014, solicitando y aceptando beneficios personales a cambio de influencias políticas. Entre los favores recibidos, según la investigación, se encuentran viajes de lujo financiados por empresarios y al menos un funcionario del gobierno turco.
La Fiscalía sostiene que esta trama permitió que la campaña de Adams para las elecciones a la alcaldía de 2021 fuese financiada en parte por donaciones irregulares. A cambio, el entonces candidato habría favorecido a estos empresarios y a representantes del gobierno turco de Erdogan, quienes lo agasajaron con vuelos en la aerolínea nacional, comidas en restaurantes exclusivos y alojamiento gratuito en hoteles de lujo. En particular, Adams presuntamente presionó para que el consulado turco en Manhattan recibiera un trato preferente, como la exención de inspecciones.
El caso no se centra solo en Adams; tres de sus colaboradoras más cercanas también están bajo el escrutinio de las autoridades. Aunque no se han presentado cargos formales contra ellas, los nombres de Brianna Suggs, Rana Abbasova y Winnie Greco aparecen repetidamente en el documento judicial. Suggs, quien trabajó como asistente de Adams cuando era presidente del Ayuntamiento de Brooklyn, y Abbasova, que actuó como enlace con la comunidad turca, parecen tener vínculos clave con la investigación.