El desconfinamiento gradual de los municipios chilenos luego del pico de la covid-19 en junio, las medidas de apoyo a los ingresos de los hogares y la posibilidad de que los ciudadanos retiren hasta el 10% de sus ahorros previsionales han tenido un efecto positivo para la economía, de acuerdo al Banco Central del país sudamericano. El retroceso del PIB en 2020 estará entre el 4,5% y 5,5% de acuerdo al instituto emisor, de carácter autónomo, que hace tres meses había proyectado una caída de entre 5,5% y un 7,5%. “Este drástico cambio del panorama de actividad y demanda redujo las presiones inflacionarias de manera relevante”, señala el Banco Central chileno en su Informe de Política Monetaria (IPoM), dado a conocer este miércoles.
“Tras una aguda caída a comienzos del segundo trimestre, en los últimos meses la economía chilena ha dado signos de estabilización, combinándose una incipiente mejora en algunos sectores y deterioros en el margen en otros”, indica el informe. El Banco Central, sin embargo, afirma que la economía chilena solo en 2022 logrará recuperar el nivel del tercer trimestre del 2019, cuando se pronosticaba un crecimiento del orden de 6,4 puntos para 2020. El 18 de octubre se produjo el estallido social “que trajo aparejado importantes hechos de violencia que afectaron el normal funcionamiento del país y que implicaron caídas relevantes de la actividad” y “una caída significativa de la inversión proyectada”, indica el IPoM. Finalmente, el crecimiento anual del PIB en 2019 fue de un 1,1%, muy por debajo de lo que se esperaba (entre 2,25 y 2,75%).
Luego se desencadenó la pandemia, que ha provocado 11.344 muertes en el país sudamericano. En los primeros días de marzo pasado se conoció el primer caso confirmado de la covid-19 en Chile y “el momento más álgido de la pandemia se registró durante la primera quincena de junio, cuando la tasa de positividad de los exámenes superó 33%”, señala el Banco Central, que agrega que en esos meses de invierno “más de 50% de la población estuvo sujeta a cuarentenas”.
Pero los programas de ayuda directa, subsidios, postergaciones de pagos, rebajas impositivas y la aprobación del retiro del 10% de los ahorros previsionales han ayudado a levantar la economía chilena y mejorado las expectativas empresariales –el comercio, en particular– y de los consumidores. De acuerdo al Banco Central, el dinero que las personas retiraron de sus pensiones equivale al 6% del PIB y cerca de la mitad se destinará a consumo entre 2020 y los primeros meses de 2021.
El ministro de Hacienda del Gobierno de Sebastián Piñera, Ignacio Briones, hizo un llamamiento a ver el futuro con “razonable optimismo”. A su juicio, las nuevas proyecciones de crecimiento del Banco Central se explican por la agenda de reactivación económica impulsada desde el Ejecutivo –que tuvo un énfasis especial en la inversión– y por la posibilidad del retiro del 10% de los fondos de las pensiones, aunque recalcó que esa medida tiene un efecto transitorio. “Lo que debería preocuparnos es cómo mantener y levantar la economía y no simplemente con una mirada corta”, señaló Briones.
De acuerdo al economista, el Gobierno tiene un desafío inmenso en la generación de empleos –el desempleo se empina al 13,1%, la mayor cifra desde 2010– y llamó a la responsabilidad ciudadana en el control de la covid-19: “Sin eso, se hace difícil la recuperación. Lo que está en juego no solo es la salud, sino que también la posibilidad de que miles de trabajadores vuelvan a sus puestos de trabajo”, indicó el ministro de Hacienda chileno.