El partido Revolución Ciudadana, vinculado al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, ha obtenido más de 50 escaños en las elecciones parlamentarias celebradas el pasado domingo, lo que le permite consolidarse como primer fuerza pero lejos aún de los cerca de 70 diputados que necesita para poder sacar adelante sin aliados sus propias iniciativas.
Los ecuatorianos acudieron a votar, por un lado, a su próximo presidente y, por otro, a los integrantes de la Asamblea Nacional. En el terreno presidencial, la disputa queda ahora reducida a la correísta Luisa González y al empresario Daniel Noboa, de la coalición Acción Democrática Nacional (ADN).
Si triunfa en segunda vuelta la candidatura de González, ésta tendrá a un Parlamento afín, con al menos 51 escaños reservados para asambleístas de su propio partido, según los resultados provisionales recogidos por la cadena Ecuavisa. Mejora en dos diputados los resultados de composición parlamentaria previa.
En segunda posición figura el movimiento Construye, que tras el asesinato de su candidato presidencial, Fernando Villavivencio, ha obtenido 28 escaños, seguido del Partido Social Cristiano, con 17, y del partido de Noboa, que contará con al menos doce diputados.
El fundador de ADN tendría por tanto que lidiar con una Asamblea donde apenas tiene influencia, un escenario que ya le valió al presidente saliente, Guillermo Lasso, un pulso constante que derivó incluso en el inicio de un juicio político contra él y en la convocatoria de elecciones anticipadas.