La Confederación General del Trabajo (CGT) rechazó ante la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) “la implementación de reformas estructurales que impliquen reforma laboral, rebaja de jubilaciones y reducción de empleados públicos” y advirtió que “la deuda no puede pagarse a expensas del sacrificio y la pobreza de los trabajadores”.
De todas formas, las delegación del Fondo aclaró que el organismo “no está buscando una reforma laboral” y destacó que sus propósitos para la Argentina son “estabilizar la economía, conseguir una disciplina fiscal y un muy fuerte acompañamiento de las políticas de protección social”.
Además, consideró clave “la búsqueda de consensos tripartitos y el diálogo social”, al que coincidieron en calificar como “el gran desafío de la Argentina”.
La cúpula cegetista mantuvo un encuentro de dos horas en la sede de la UOCRA, con barbijos y distancia social, en el que el dato novedoso fue la presencia del líder de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban Castro, que no estaba prevista inicialmente y que resultó sugestiva porque integra el Movimiento Evita y mantiene postura muy crítica contra el Fondo.
Durante el encuentro, los sindicalistas afirmaron que “la actual situación de endeudamiento desproporcionado e insustentable es consecuencia del gobierno de Mauricio Macri» y le pidieron a la delegación del FMI “la necesidad de comprometerse a una negociación realista y flexible respecto de las posibilidades que tiene nuestro país para afrontar sus compromisos de pago, comprometiéndose en la búsqueda de una solución que garantice la sustentabilidad macroeconómica”.
Participaron de la reunión los dirigentes de la CGT Héctor Daer (uno de sus cotitulares), Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y Antonio Caló, además de Castro, y por el FMI estuvieron la directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Julie Kozack; el jefe de la misión para la Argentina, Luis Cubeddu, y el representante del organismo en el país, Trevor Alleyne.
Para la central obrera, “la única recuperación económica posible debe basarse en la creación de trabajo decente que permita el crecimiento de la economía real”.
Tal como anticipó Infobae, la conducción cegetista manifestó ante la delegación del FMI su “rechazo a la implementación de reformas estructurales que impliquen reforma laboral, rebaja de jubilaciones y reducción de empleados públicos”. Y advirtió: “La deuda no puede pagarse a expensas del sacrificio y la pobreza de los trabajadores, que ya están atravesando una situación lo suficientemente crítica como para que se le pidan más esfuerzos”.
La CGT, además, brindó durante la reunión “un contundente apoyo” al Gobierno “en una estrategia de negociación con el FMI que priorice las posibilidades de recuperación económica del país”.
También “comprometió su participación en un proceso de diálogo tripartito institucionalizado con el Gobierno y los empresarios para diseñar un modelo de desarrollo productivo que garantice trabajo de calidad para todos los argentinos”.