El proceso del chavismo para concretar el fraude que le permitiría declarar a Nicolás Maduro como ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio incluyó al menos cinco pasos puntuales: la burla de protocolos que rigen la transmisión de los resultados, el anuncio de un supuesto hackeo, el desalojo de testigos de los centros de votación, la falta de publicación de los resultados mesa por mesa y la suspensión de las auditorias.
El régimen pensó en casi todo para simular la reelección de Maduro hasta 2031, excepto en que la oposición lograría tener acceso a casi todas las actas que haría públicas para dejar el fraude en evidencia y en que uno de los rectores principales del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Carlos Delpino, haría inicialmente un estruendoso ruido con su ausencia durante la emisión de los boletines, la fraudulente proclamación y el show montado en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para intentar darle legitimidad a unos resultados anunciados sin totalización, sin actas y sin las auditorias correspondientes, y su posterior aparición casi un mes después con un comunicado que confirma todo lo denunciado por el sector antichavista y organismos internacionales como el Centro Carter y el panel de expertos de la ONU, que observaron el proceso electoral.
La aparición del rector Delpino –tibia para algunos y tardía para todos– aclara algunas dudas pero también deja preguntas sin responder. ¿Qué dijo y qué no dijo Delpino? En un comunicado el alto funcionario del organismo electoral enumeró las irregularidades ya conocidas por la opinión pública, pero que con su declaración se refuerza la denuncia contra el fraude del régimen de Nicolás Maduro debido al peso de su cargo y sus dos décadas de experiencia técnica en materia electoral, según él mismo destaca.
Además, el texto enfocado en precisiones técnicas del cual muchos esperaban mayor contundencia o aporte de pruebas, inicia destacando la “pérdida de confianza en la integridad del proceso y en los resultados anunciados”. Si bien se trata de una declaración que no entra en señalamientos políticos directos y no incluye detalles adicionales a los ya conocidos, sí destaca por lo que no puede probar como rector del CNE. Y no es poca cosa que como uno de los cinco altos funcionarios del organismo electoral remarque las irregularidades que no le permiten respaldar la supuesta victoria de Nicolás Maduro, entre las que destacan al menos cinco que serían clave que explicar cómo se cometió el fraude del 28 de julio:
Boicot en la transmisión
De acuerdo con Delpino, los protocolos comiciales en Venezuela establecen que la transmisión de resultados debe efectuarse inmediatamente al cierre de las mesas. Sin embargo, el rector del CNE afirma que “fue en ese período que la transmisión fue interrumpida”.
Hackeo sin explicación
La suspensión de la transmisión se atribuyó a un presunto hackeo de los sistemas de datos pero Delphino sostiene que al respecto sólo reinó “un silencio y una demora no explicada”, además que denuncia en su comunicado una “falta de solución efectiva”.
Incluso, detalla que recién a las 9:00 de la noche recibió la notificación del aparente “apagón electoral” que supuestamente afectó la llegada de los resultados, reduciendo la transmisión efectiva a 58 %, a pesar de que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, anunció su primer boletín con 80 %. “Este evento supuestamente impidió la emisión del primer boletín en el momento adecuado y manteniendo al país en una injustificada espera”.
Desalojo de testigos
El régimen ordenó el “desalojo de testigos en no pocos centros” de votación, lo cual derivó en la “falta de transmisión del código QR a los data center de los comandos”. Todo ello explica la ausencia de Delpino en la sala de totalización y en la emisión del primer boletín.
En ese sentido, subraya que declinó participar en la proclamación de Maduro y manifestó su desacuerdo con la falta de transparencia, ya que “carece de evidencia que respalde los resultados” anunciados a favor de Maduro.
Falta de publicación de los resultados mesa por mesa
El rector del CNE, Juan Carlos Delphino, precisa en su comunicado divulgado en la red social X que las normativas vigentes en el país estipulan que los resultados con el detalle de los votos emitidos por cada mesa deben publicarse dentro de las 48 horas siguientes al cierre de la jornada. Ha pasado casi un mes y esto aún no ocurre.
Suspensión de las auditorías
Y por último pero no menos importe está otro factor que evidenciaría el fraude electoral de Maduro. Se trata de la “suspensión de auditorías de verificación ciudadana fase II, datos electorales fase II, telecomunicaciones fase II”, como consecuencia de la no divulgación de los resultados desagregados mesa por mesa, lo que sin duda afectó “la cadena de confianza de la auditoría”, generando además “incertidumbre”.
Adicionalmente, el rector Delpino cuestiona que se haya pretendido dirimir un conflicto electoral en el Tribunal Supremo de Justicia, cuando “la resolución del conflicto debe hacerse dentro del propio organismo comicial”, destacando que las actas deben ser “auditadas por veedores internacionales y certificadas de manear independiente”, destacando además que “expertos internacionales han coincidido en que los eventos descritos no cumplen con los estándares nacionales e internacionales de transparencia y legalidad”.
Más detalles en entrevista con el New York Times
Esto fue lo que dijo el rector del CNE, Juan Carlos Delpino, en su comunicado pero, ¿qué fue lo que no dijo? Hasta el momento no ha explicado por qué guardó silencio durante casi un mes y es ahora cuando describe todas estas irregularidades ya denunciadas tanto por la oposición como por organismos de veeduría electoral y la comunidad internacional. Sin embargo, como dijo este lunes el dirigente opositor Juan Pablo Guanipa citando las “contundes” declaraciones del rector Delpino, “nunca es tarde para que la verdad prevalezca”.
Tal vez en cuanto a lo que no dijo en su comunicado, el rector Delpino ofreció mayores detalles en una entrevista concedida al New York Times, en la que –entre otras cosas– pidió disculpas a la población por no haber logrado unas “elecciones aceptadas por todos” y fue más enfático al afirmar que “no tiene evidencias de que Maduro hubiera ganado”.