El gobernador de Texas, Greg Abbott, autorizó este jueves a las autoridades estatales a regresar a los puertos de entrada fronterizos con México a los migrantes a los que detengan, lo que genera un posible enfrentamiento con el gobierno federal, encargado de manejar la política migratoria de Estados Unidos.
El republicano les dio dichas facultades a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública (DPS), entidades ambas estatales, a través de una orden ejecutiva.
La medida ha sido criticada por el gobierno de México.
Abbott afirmó que el fin de semana fueron detenidas 5.000 personas que cruzaron de forma ilegal a EE.UU., creando «una crisis en la frontera que atropella a las comunidades de la línea».
Aún no hay cifras de junio, pero en mayo se rompió el récord de cruces ilegales registrados. La Patrulla Fronteriza capturó a 177.000 personas, un 15% más que en abril. Y más de 60.000 personas hicieron más de un intento este mes para entrar a EE.UU.