El Gobierno de Perú decretó el lunes el estado de emergencia en tres municipios al norte del país, tras una oleada de violencia causada por el repunte de la delincuencia en las últimas semanas.
La decisión, aprobada por un consejo de ministros, fue comunicada por la presidente del país sudamericano, Dina Boluarte, desde Nueva York, donde se encuentra para cumplir compromisos vinculados a la Asamblea General de Naciones Unidas.
El estado de emergencia permitirá que las Fuerzas Armadas del país puedan actuar para «enfrentar de manera firme y decidida esta lucha frontal contra la delincuencia y la criminalidad organizada», de acuerdo a la propia Boluarte. Los municipios que serán objeto de la medida son San Juan de Lurigancho y San Martín de Porras (ubicados en Lima) y en Talara (al norte del país).
Solamente en la capital peruana el número de denuncias por hechos vinculados al crimen se han visto incrementadas en los últimos años. De acuerdo a cifras manejadas por la Policía y la Defensoría del Pueblo los hechos delincuenciales en Lima generaron 160.200 denuncias en 2022, cuando en 2021 se produjeron 120.350