IBÉYISE PACHECO,
Evade las redes sociales y solo permite registro de fotos y videos cuando le conviene o se hace inevitable. Su nombre es Ramón Celestino Velázquez Araguayán y es general de la Aviación. Dice haber sido el primero de una promoción de 64 oficiales, asunto poco común entre los militares del régimen. Su bajo perfil pudo haberlo aprendido en la Dirección General de Contrainteligencia Militar donde temprano fue jefe de la División de Administración. En el periodo de Chávez estuvo en Corpovargas y en el Servicio de Meteorología (2007) pero fue con Nicolás Maduro cuando se apropió de la confianza de la pareja presidencial desplegando habilidades que causaron buena impresión. Cuando Maduro lo presentó en público lo halagó como el hombre que había realizado un gran trabajo en la represa del Guri. No dijo lo que realmente valoraba de él: su eficiencia para transportar ilegalmente fuera del país, material que era extraído de las minas. Así ascendió a ministro para Ecosocialismo y Aguas en enero de 2017 para luego recalar en junio de 2018 en la presidencia de Conviasa donde aún se mantiene, ahora con más poder porque además desde mayo de 2022 también es ministro de Transporte.
Desde el 2018 el régimen había comenzado a considerar la ingeniería de aviones ante las dificultades que fueron surgiendo para trasladar el oro. Se calcula que ese año salieron de Venezuela hasta 500 kilos de oro, casi siempre enviados a través de Turkish, línea comercial de Turquía. El asunto se les complicó con las sanciones que obligaron a buscar alternativas. El proceso por el que optaron consistía en acondicionar aeronaves para transportar materiales no declarados tales como oro, droga o armas. Comenzaron a “preparar” los aviones venezolanos y con ello a involucrar al Componente de la Aviación venezolana y a militares retirados. Y allí estaba el general Velázquez. No es casual que los pilotos de las aeronaves venezolanas suelan ser oficiales en comisión de servicios y algunos en situación de retiro.
En el camino se produjo un evento de importante significación que ha convertido a Velásquez en el hombre que es recibido con deferencia por Irán y Rusia y también por China o Vietnam. Su flexibilidad lo ha llevado a ejercer funciones de confianza presidencial como asistir en junio pasado en San Petersburgo al Foro Económico Internacional en la sesión de Rusia con América Latina.
El evento fue la creación de Emtrasur en noviembre de 2020 como una filial de carga de Conviasa. La compra de aviones a la línea de Irán, Naham Air, ha sido parte del plan de las autocracias aliadas de Maduro. Desde su inicio, Emtrasur ha estado bajo sospecha, visto que su primera aeronave registrada venía siendo investigada por Estados Unidos desde 2011 por sus vínculos con el poderoso brazo militar de la élite de la guardia revolucionaria islámica, la Fuerza Quds, organización vinculada a acciones terroristas. La suspicacia se convirtió en evidencia en junio de 2022 cuando fue detenida en el aeropuerto de Ezeiza, Argentina, el boing de Emtrasur con matrícula YV3531 con cinco tripulantes iraníes entre los que destacaba Gholamreza Ghasemi piloto de la Fuerza Quds. La tripulación la completaban 14 venezolanos, insólita y excesiva cantidad para un vuelo de carga. Este caso ya está a nivel de juicio luego de que un juez federal del Distrito de Columbia autorizó el decomiso y traslado del avión de la estatal venezolana Emtrasur a EE.UU., a lo que Maduro rechinó inútilmente.
El nombre de Velázquez Araguayán fue poco mencionado en el caso del avión YV3531 a pesar de ser el ministro de Transporte y jefe de la empresa propietaria del avión decomisado. Sin embargo, los radares de Estados Unidos y de Israel han hecho seguimiento a Velázquez como sospechoso de gestionar el traslado de oro desde Venezuela hasta Irán. Ya en febrero de este año The Jerusalem Post publicó una orden firmada por el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant que da cuenta de las conexiones entre Teherán y Caracas como resultado de un trabajo conjunto de la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo de Israel y el Ministerio de la Defensa junto con la policía y la autoridad fiscal. La misión infiltró a un funcionario dentro de la fuerza Quds que documentó decenas de kilos de oro traficados y vendidos a Hezbollah en el Medio Oriente.
Las fuentes de inteligencia agregan que las revelaciones sobre el general Velázquez Araguayán son aún más oscuras. Seguimiento de sus viajes apuntan a que, bajo indicaciones de los persas, Velásquez adquiere en varios lugares del mundo partes destinadas para la construcción de drones y cohetes que luego son trasladadas en vuelos convencionales de Emtrasur y Conviasa a Irán y a Rusia.