Eduardo «Wado» de Pedro, actual ministro de Interior de Argentina, se ha convertido virtualmente en el candidato del ala kirchnerista del oficialismo para competir en las próximas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), a celebrarse el 13 de agosto.
Aunque la vicepresidenta argentina no se ha expresado tajantemente al respecto, y cuando aún restan algunas horas para el cierre de las postulaciones a las primarias obligatorias, todo apunta a que de Pedro será oficialmente el aspirante de la facción política de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) para suceder a Alberto Fernández en La Casa Rosada.
«Wado» de Pedro, un abogado de 46 años de edad, se asoma como un intento del kirchernismo por remozar a un movimiento que ha quedado severamente golpeado en los últimos meses; todo ello en medio de un contexto en el que la propia Cristina Kirchner ha sido objeto de una condena judicial que le inhabilita políticamente de por vida, y en el que, además, el presidente de la nación desistió de la idea de buscar la reelección al ver caer estrepitosamente sus niveles de popularidad en la opinión pública.
Al margen de la postulación de de Pedro se asomaban en el oficialismo los nombres de Daniel Scioli (quien ya fue candidato peronista en 2016 y perdió en las presidenciales con Mauricio Macri) y el ministro de Economía de Fernández, Sergio Massa, quien al final se ha quedado sin el aval de CFK para hacerse con la candidatura.
La debacle en la popularidad del movimiento no es casualidad. Para muestra un botón: Argentina se ha convertido en un verdadero callejón sin salida desde el punto de vista económico, registrando un nivel de inflación en el último año que solamente es superado por la desastrosa Venezuela en la región. Aunque algunos reportes independientes aseguran que la inflación mensual del país austral a finales de mayo (de un 9%) fue incluso superior a la de la nación gobernada por la dictadura de Nicolás Maduro (7,6%).
La apuesta por la «renovación»
«Amo profundamente a mi país y voy a dar el paso para que otros y otras también se animen. Porque el país necesita de esta energía renovadora y de un nuevo sueño en el que creer (…) Sé que no será un trabajo fácil (…) me voy a esforzar como nadie. Soy Wado de Pedro y quiero ser presidente. El presidente de todas las familias argentinas», dijo en un mensaje el jueves el aspirante presidencial kirchnerista.
Su recorrido por los senderos del poder -siempre de la mano de Cristina Kirchner- incluye pasantías por el Consejo de la Magistratura, la Secretaría General de la Presidencia, el Congreso de la República (como diputado) y la vicepresidencia de Aerolíneas Argentinas, entre otros puestos.
Supuestamente con de Pedro el kirchnerismo busca matar tres pájaros de un tiro:
-Por un lado resuelve el tema de la «renovación» dentro de un movimiento que, como se ha asomado, está tomado simbólicamente por una desgastada CFK como imagen del mismo.
-En segundo término se estima que el actual ministro de Interior posee un perfil no-radical y hasta cierto punto de vista conciliador, cosa en extremo necesaria para un movimiento político que en estos momentos hace aguas por guerras internas que incluso han cobrado su mayor auge en la pugna entre el propio presidente y la vicepresidenta de la nación.
-En tercer lugar está el tema de las vinculaciones que «Wado» posee con movimientos de base del peronismo kircherista y sus líderes, como es el caso de La Cámpora y el hijo de CFK, Máximo Kirchner.