El ministerio de Economía de Argentina reveló este lunes que en lo que resta del año ya no solicitará la asistencia de fondos del Banco Central, después de la elevada emisión monetaria que tuvo que realizar para financiar los programas sociales, que se pusieron en marcha en el marco de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus.
«Durante este año la gestión fiscal ha sido afectada por los severos impactos de la pandemia manifestados en la contracción de los ingresos públicos y en urgentes e ineludibles necesidades de gastos. Frente a la imposibilidad de acceder al financiamiento a través del mercado de capitales, el mayor déficit fiscal significó un aumento de los requerimientos de asistencia financiera por parte del Banco Central», explicó la dependencia en un comunicado que se distribuyó antes de la apertura de los mercados.
En el texto, las autoridades destacaron la necesidad de «acciones de corrección de esos desbalances» para aliviar la «presión» en la política monetaria, por lo que anunciaron que ya no requerirán la asistencia del ente emisor
En los últimos meses, precisó la cartera, la paulatina y aún incipiente recuperación de la actividad económica ha repercutido positivamente en la recaudación impositiva, mientras que el financiamiento en el mercado interno ha permitido renovar vencimientos y captar recursos netos.
«Se han creado así las condiciones para poder establecer con mayor certidumbre el sendero fiscal hacia el final del año«, afirma el ministerio.
Por eso, durante noviembre y diciembre ya no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, que fue el mecanismo con el que se resolvieron las urgencias de este año y de los cuales 100.000 millones de pesos (alrededor de 1,2 millones de dólares) ya fueron cubiertos en los últimos días.
A combatir el déficit
El ministerio señaló que la política financiera para el cierre del año apunta a renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses, y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10 % respecto al total de vencimientos de dicho período.
«Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central», expresó.
Esta adecuación de las políticas presupuestarias, explicó el ministerio, «supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad» y «avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público».
El objetivo es crear un puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y la estimada para 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al gobierno.
La búsqueda del equilibrio fiscal de Argentina es un tema recurrente para el ministro de Economía Martín Guzmán, quien el fin de semana afirmó que el déficit primario de este año será de 7,2 % y el financiero, del 9,0 %.
«No hablamos de recorte de gastos, hablamos de un equilibrio fiscal, de poner las cuentas en orden mediante la recuperación económica. Hay mucha capacidad instalada en la Argentina que no está siendo utilizada. Al mismo tiempo hay que ir definiendo cómo se gasta, pero no es imposible», explicó en el programa ‘Corea del Centro’.
El funcionario señaló que la combinación de déficit y de expansión de la actividad económica no puede funcionar porque no hay financiamiento. «Necesitamos generar un ambiente de certidumbre. Buscamos poner las cuentas en orden de una manera y a una velocidad consistente con la recuperación», afirmó.
Los esfuerzos por reducir el déficit fiscal fueron dados a conocer en vísperas de que arribe al país una misión del Fondo Monetario Internacional con la que el gobierno renegociará la deuda.
En ese sentido, Guzmán advirtió que el acuerdo con el organismo deberá concluir a más tardar en abril del próximo año, porque después Argentina también deberá resolver su deuda con el Club de París.
Fuente: Actualidad Rt