Nadie duda del tamaño de la maquinaria económica detrás de la política estadounidense. Solo es cuestión de revisar a fondo para verificar el enorme interés de personas de poder —las cuales prefieren el anonimato— para que su candidato favorito llegue a la Casa Blanca. El multimillonario progresista George Soros es uno de ellos. Y es que si no fuera por sus escandalosas donaciones a causas progresistas —dentro y fuera de Estados Unidos— probablemente seguiría estando de bajo perfil.
Pero esta vez, el nombre de Hansjörg Wyss emerge como el “nuevo Soros”. Es un multimillonario suizo de 88 años que en el pasado inyectó unos 475 millones de dólares en el ámbito de la política y el discurso estadounidenses a través de dos organizaciones sin fines de lucro, según investigaciones independientes.
“Wyss ha utilizado su fortuna personal para financiar causas y candidatos radicales de izquierda, al tiempo que intentaba evitar cualquier escrutinio o supervisión pública”, se lee en un informe de Americans for Public Trust, grupo de expertos conservador. Una red de organizaciones e intermediarios de “dinero oscuro” funcionan en conjunto para permitir al multimillonario “perseguir su objetivo expreso de ‘reinterpretar’ la Constitución de los Estados Unidos a través de políticas progresistas e izquierdistas”.
Oscura cadena de organizaciones
Hizo millones de dólares en la industria farmacéutica y, según la biografía que escribió su hermana, titulada “Hansjörg Wyss: Mi hermano”, le gusta invertir en causas “filantrópicas” y ambientales. Pero en este halo de misterio que lo rodea hay una pregunta cuya respuesta no está del todo clara: ¿Es residente permanente en Estados Unidos o ciudadano estadounidense? En el año 2021, The New York Times admitió no saber la respuesta. Lo que sí se sabe es que posee una fortuna de 10.400 millones de dólares, por lo que ocupa el lugar 214 de grandes fortunas, según el ranking de multimillonarios de Bloomberg.
Es importante saber si es residente o ciudadano de EE. UU. porque como extranjero Wyss “tiene prohibido no sólo donar directamente a candidatos políticos estadounidenses, sino también intentar influir indirectamente en las elecciones”, indica el extenso informe. Ha donado directamente a candidatos demócratas y, además, tiene a su servicio dos grupos de dinero oscuro: la Fundación Wyss y el Fondo de Acción Berger. Ambos inyectan dinero a grupos de defensa izquierdista con sede en Estados Unidos.
En la ruta del dinero, seguida de ambos grupos, está Arabella Advisors, compuesta por múltiples organizaciones sin fines de lucro, la cual recaudó “casi 1600 millones de dólares solo en el año 2021”. Respalda “a casi todos los principales grupos de defensa de la izquierda y permite a Wyss promover indirectamente sus prioridades políticas progresistas, como el ambientalismo radical y asegurar victorias para políticos demócratas de ideas afines”.