Un globo de vigilancia, presuntamente chino, tiene en alerta al Pentágono. La información se está difundiendo en las últimos horas entre portales estadounidenses, pero lo cierto es que desde hace días el Gobierno lo está monitoreando mientras flota en el norte del país. “Confiamos en que este globo de vigilancia a gran altura pertenece a la [República Popular China]”, declaró el general Patrick S. Ryder, secretario de prensa del Departamento de Defensa.
Además de las sospechas, el funcionario aclaró a los medios que «se han observado instancias de este tipo de actividad de globos en los últimos años». Aún así una vez que se detectó el globo, «el gobierno de EE. UU. actuó de inmediato para protegerlo contra la recopilación de información confidencial».
Aparte de eso no hay mayores certezas, solo que el objeto está bajo continua vigilancia luego de pasar sobre Montana, momento en que se manejaba la opción de derribarlo con aviones F-22. Sin embargo, según Fox News «decidieron no hacerlo debido a los riesgos asociados» como escombros que podían caer a tierra. Jesse Watters, presentador de dicho medio cuestionó por qué desde Canadá no se dio aviso a la Casa Blanca sobre el globo espía. «Trudeau probablemente esté demasiado preocupado por los camioneros», dijo al aire.
Reunión de emergencia
El globo espía no volaba casualmente sobre Montana si se tiene en cuenta que en el estado se ubica uno de los tres campos de almacenamiento de misiles nucleares de EE.UU., justamente en la base aérea de Malmstrom, de acuerdo a New York Post. Por su parte, Lloyd Austin, secretario de Defensa, convocó una reunión con altos funcionarios.
Pero no es la única casualidad, Filipinas acordó este 2 de febrero con EE. UU. permitirle mayor acceso a sus bases militares con el objetivo de contrarrestar las amenazas del régimen de Xi Jinping en el Mar Meridional de China. El motivo, es que el país asiático colinda con esas aguas que el comunismo chino utiliza para amenazar a Taiwán, la isla que Xi Jinping quiere tomar desde años por la fuerza.
A pesar de todo el movimiento que hay internamente entre las agencias de seguridad y vigilancia, el portavoz del Departamento de Defensa asegura que el globo espía “actualmente viaja a una altitud muy por encima del tráfico aéreo comercial y no representa una amenaza militar o física para las personas en tierra”. Sin embargo, es imposible ocultar las tensiones. Sobre todo en vísperas del viaje de Antony Blinken, secretario de Estado, a China la próxima semana. Será la primera vez luego de seis años que un funcionario con este cargo visite el gigante asiático.