La primera orden de Gustavo Petro como presidente de Colombia fue exponer la espada del Libertador Simón Bolívar durante su toma de posesión el pasado 7 de agosto para poder iniciar su discurso inaugural. Pero no se trató de un mero capricho. Con este símbolo de la Independencia –robado en 1974 por la guerrilla del M-19 a la que Petro perteneció– se pretendió enviar el mensaje de que este grupo criminal cerró el círculo al finalmente lograr hacerse con el poder. Y así fue. Ya son tres exguerrilleros del M-19 en el nuevo gobierno: Gustavo Petro en la Presidencia, Augusto Rodríguez al frente de la dirección de la Unidad Nacional de Protección y Alberto Casanova Guzmán como director nacional de Inteligencia.
El más reciente nombramiento fue el de Casanova, que se confirmó este viernes con la publicación del decreto de designación, aunque ya era un secreto a voces que Gustavo Petro entregaría la Inteligencia del país a su excompañero del M-19, quien ya acompañó al presidente durante su gestión como alcalde de Bogotá en Planeación Distrital y en la Caja de Vivienda Popular. Adicionalmente trabajó en desarrollo de proyectos sociales en la Fundación para el Desarrollo del Conocimiento Avanzar, donde realizaba labores de ayuda a los excombatientes. También suma a su currículo haber dictado cursos en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
“En ningún otro país hubiera pasado los filtros de seguridad y el nombramiento sería un escándalo”, señaló en su cuenta de Twitter el exviceministro de Justicia, Rafael Nieto Loaiza, quien augura un “deterioro sustantivo de la inteligencia estratégica nacional”.
Otro exguerrillero del M-19 en la dirección de escoltas
Horas antes se había conocido otra polémica designación. Augusto Rodríguez, exguerrillero del M-19 y mano derecha de Gustavo Petro, estará a la cabeza de la Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad encargada de dirigir y coordinar a los escoltas de los altos funcionarios del Estado, así como de defensores de derechos humanos y líderes sociales.
Rodríguez es considerado uno de los hombres de confianza de Petro, quien se había mantenido de bajo perfil con funciones de asesoría. Luego de obtener el título de ingeniero químico en la Universidad Nacional de Colombia, fue asesor directo de la alcaldía de Bogotá durante la gestión de Petro. El Heraldo agrega que además fue quien ayudó a negociar en 2021 el cierre de las listas al Congreso del hoy partido de gobierno, el Pacto Histórico.
La preocupación de los sectores de oposición se ha hecho visible en las redes sociales. “La ‘extinta’ guerrilla a cargo de la protección y la inteligencia, un enorme riesgo para el ejercicio de la oposición”, advirtió la senadora por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal.