Ecuador todavía no sabe quién será el próximo presidente. Lo que sí es seguro es que habrá segunda vuelta, que el candidato «Yaku» Pérez obtuvo un apoyo mayor al proyectado y que ante el resultado tan cerrado por el segundo lugar, Guillermo Lasso disputará hasta el último voto.
El severo desempleo, agravado por la interminable cuarentena y décadas de un sistema educativo dominado por los sindicatos de maestros filo-comunistas ha llevado a casi 70 % de los ecuatorianos a votar por candidatos que ofrecen no trabajo sino dependencia estatal para subsanar sus problemas.
Comenzando por el candidato del correísmo, Andrés Arauz, quien obtuvo 32 % de los votos con su oferta de 1000 dólares a un millón de ecuatorianos. Otro aspirante socialista es «Yaku» Pérez, quien consiguió cerca de 20 %, mientras que el candidato del partido Izquierda Democrática, Xavier Hervas, alcanzó alrededor de 17 %. En total, las tres opciones izquierdistas sumaron cerca de 70 % de lo sufragios.
Este domingo 7 de febrero se celebraron los comicios entre 16 candidatos. Andrés Arauz, el aspirante respaldado por el expresidente Rafael Correa, se aseguró el primer lugar. El segundo puesto se diputa entre Guillermo Lasso y «Yaku» Pérez. Un empate técnico inesperado. Hay todavía 10000 actas no procesadas por inconsistencias y el margen entre Lasso y Pérez es de 0,27 %.
Al momento Pérez está junto a sus partidarios en los alrededores del Consejo Nacional Electoral proclamándose ganador y denunciando por un supuesto fraude a Lasso y Arauz.
Correa prefiere a Lasso en segunda vuelta
Pese a que hasta ahora Guillermo Lasso ha sido el principal rival del correísmo, el expresidente Rafael Correa hoy se muestra más temeroso por «Yaku» Pérez. Sobre todo porque históricamente han sido los indígenas de la sierra quienes han protagonizado movilizaciones en las calles, cerrando carreteras. «Ojalá no se genere violencia», espetó Correa en un tuit en el que asegura que la segunda vuelta la disputarán Arauz y Lasso.
La estrategia indigenista de «Yaku» Pérez
Vale destacar que «Yaku» significa «agua» en quichua y es un nombre que adoptó Pérez para su candidatura como prefecto (gobernador) de la provincia del Azuay.
Pérez aprovechó la fragmentación social en el país para destacarse como el candidato indigenista, a su vez favorable al progresismo urbano. Fue parte de la cumbre por el cambio climático en la ONU y a pocos días animó la insurrección en contra de la eliminación de subsidios al combustible fósil en octubre de 2019. Es decir, un día luchó contra la contaminación causada por los hidrocarburos y al día siguiente fue portavoz de subsidiar al causante.
Pero las inconsistencias en sus actos y discursos no le perjudicaron. Al contrario, se presentó como el candidato distinto, ajeno a la vieja política. Fue perseguido durante el Gobierno de Rafael Correa, no por enfrentar al socialismo, sino por exigir que se profundizara.
Por esta razón, durante la campaña «Yaku» dijo: «Correa es Chávez, Arauz es Maduro«. Incluso Nicolás Maduro intervino en las elecciones, facilitando transporte para sumar votos a su aliado correísta en el consulado en Caracas.
La trayectoria política de Pérez ha estado más vinculada al maoísmo, el comunismo duro de China. Fue grabado en una entrevista diciendo que solo hay tres maneras de ser rico: heredando, ganando la lotería o robando.
También se posicionó en contra de la propiedad de grandes extensiones de tierra. Lo cual ha despertado el temor respecto a posibles políticas de «redistribución», aunque al momento, su discurso está más cercano al globalismo que tanto enfrentó el ahora expresidente de EE. UU., Donald Trump.
Desde la ONU existe una agenda feminista, ambientalista, de control de la población fuertemente influenciada por el mito de la sobrepoblación del economista Thomas Malthus.
Por este motivo es importante distinguir entre lo indígena y lo indigenista. Lo primero honra a la naturaleza y las tradiciones, mientras que lo segundo es funcional a una ideología política de fragmentación social, influenciada por el neomarxismo que busca (mediante la interseccionalidad) llevar la lucha de clases de Karl Marx a un conflicto entre sexos y razas, mujeres contra hombres, indígenas contra mestizos, etc.
Y es de esta fragmentación social que se ha valido la izquierda en Ecuador para llevarse casi el 70 % de los votos, divididos entre diversos candidatos.
El populismo socialista de Andrés Arauz
Todavía no se ha definido quién pasará a la segunda vuelta. Por lo pronto, el único promotor de políticas de libre mercado, Guillermo Lasso, cuenta con 19,60 % de los votos.
El flagelo de cinco millones de venezolanos que han escapado del país, ha influido en su campaña bajo el temor de no convertir a Ecuador en una nueva Venezuela.
Pero el desempleo y el freno económico que ha sucedido a raíz de la pandemia del coronavirus, ha permitido primar el apoyo a promesas de campaña como la de Arauz de otorgar 1000 dólares para un millón de ecuatorianos.
Y el hartazgo del sistema político le ha permitido a una cara nueva, como «Yaku» Pérez, ser la sorpresa de estas elecciones.
Será el próximo 11 de abril cuando los ecuatorianos deberán elegir quién será su próximo presidente.
Fuente: PanamPost