El jefe de Estado estima que algunas condicionantes sugeridas por los diputados niegan de facto el derecho de la diáspora salvadoreña al voto, debido a lo engorroso del proceso.
El parlamento aprobó el pasado 6 de febrero unas reformas para que los salvadoreños residentes en el extranjero pudieran participar en las elecciones municipales y legislativas, mediante el voto postal y en caso de que pudieran demostrar su arraigo en la demarcación donde votarían.Según Bukele, esta propuesta no reconoce el derecho al sufragio pasivo de los ciudadanos, y los criterios establecidos para determinar el arraigo para las elecciones municipales son excluyentes para quienes nacieron en El Salvador, pero no cumplen con los requisitos.
«Además pretende hacer el voto engorroso y prácticamente imposible, lo cual es un burdo intento de negar [de facto] el derecho fundamental y constitucional de nuestra diáspora al voto», insistió el mandatario.
Dicha iniciativa vino tras el veto presidencial a unas reformas que restringía el voto de los salvadoreños en el exterior a los comicios presidenciales, y a la elección de diputados a la Asamblea y al Parlamento Centroamericano, mediante el voto postal.
La nueva propuesta aceptaba la participación del salvadoreño residente en el exterior en las elecciones de alcaldes y concejales, si el elector demostraba un arraigo por vínculo familiar, propiedad de bienes inmuebles, pago de impuestos municipales o tener un negocio instalado en el municipio donde aspiraba a votar.
Otra diferencia entre Bukele y la Asamblea radica en el método para votar desde el exterior, pues el Ejecutivo insiste en la implementación del voto electrónico, mientras el Legislativo defiende el voto postal, por considerarlo más seguro y auditable.
El Salvador celebrará el 28 de febrero de 2021 las elecciones legislativas y municipales, en las cuales Bukele aspira a lograr con su partido Nuevas Ideas una victoria que le garantice mayor ascendencia a nivel de alcaldías y en el Parlamento.
Fuente: SputNikNews