El presidente interino del Perú, Manuel Merino, designó el jueves a un gabinete de ministros conformado en su mayoría por tecnócratas, y pidió tranquilidad a la población en medio de protestas contra un inesperado cambio gubernamental.
El exmandatario Martín Vizcarra, que fue destituido el lunes llamó a manifestaciones pacíficas en el país.
Merino reiteró que no cambiará las reglas de juego en la política del Gobierno, en medio de temores por medidas populistas que podrían descarrilar los esfuerzos para reactivar la golpeada economía del país minero.
«Estamos ante hechos políticos que han generado diversas opiniones y manifestaciones», dijo Merino en un discurso tras la juramentación de su gabinete de 18 funcionarios.
«Respetamos a quienes tienen una opinión discrepante, pero hacemos un llamado a la calma y la responsabilidad para que cualquier expresión política esté dada dentro del ámbito de la tranquilidad y la no violencia», agregó el mandatario.
El cambio de administración se produjo a cinco meses de las elecciones generales programadas para el 11 de abril.
En la cartera de Economía, el gobierno interino designó al tecnócrata José Arista, quien fue ministro de Agricultura en 2018 y exviceministro de Hacienda hace más de una década. Arista se desempeñaba como consultor de servicios financieros en la CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina.
En el importante ministerio de Energía y Minas se nombró a Carlos Herrera, quien ya se desempeñó dos veces en ese portafolio.
Más temprano, el gobernante acusó a «candidatos presidenciales» de estar detrás de las protestas en el país, que además sufre una crisis económica y sanitaria por la pandemia.
Desde el día de la expulsión de Vizcarra, centenares de personas han protestado contra la decisión del Congreso dominado por la oposición, que han incluido varios enfrentamientos con la policía, que lanzó bombas lacrimógenas y disparos para dispersarlos.
Vizcarra llama a protestas
La policía detuvo a decenas de personas, la mayoría jóvenes, que se movilizaron golpeando cacerolas, y portando banderolas y pancartas con escritos contra el Congreso. Para el jueves se habían convocado por redes sociales nuevas protestas y decenas de personas ya marchaban el mediodía por el centro de Lima.
“La legalidad está en cuestión y la legitimidad, que la da el pueblo, la estamos viendo en las calles” con las manifestaciones contra Merino, dijo Vizcarra a periodistas al ingresar a la fiscalía a declarar sobre la causa de presunta corrupción que llevó a su destitución.
“Tenemos que hacer un llamado a la población para que se exprese pacíficamente (…), las manifestaciones tienen que permitirse”, dijo Vizcarra horas antes de nuevas marchas convocadas en Lima y otras ciudades.»No me representa, yo no he votado por él (Merino)», dijo un manifestante en la noche del miércoles en una calle de Lima.
“La respuesta se la está dando el pueblo al señor Merino”, agregó. “Y también hacemos un llamado a la Policía Nacional para que respete las manifestaciones”, dijo, afirmando que con el nuevo gobierno “hemos visto ahora una policía agresiva”.
El Congreso destituyó a Vizcarra la noche del lunes por “incapacidad moral” al cierre de un segundo juicio político en su contra en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos para autorizar obras públicas cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua en 2014, cargos que él niega.
La Comisión Interamericana de DDHH mostró, a través de Twitter, su preocupación por la actuación «excesiva» de la policía y por las detenciones debido a las protestas.
Vizcarra afirmó que se encuentra angustiado por la situación en el país debido a la falta de «legalidad y legitimidad» de Merino, al tiempo que pidió a la policía respeto por los manifestantes.
«Es como volver al pasado, a la política tradicional», afirmó al llegar a la sede de una fiscalía que lo investiga.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) mostró el miércoles su preocupación por la crisis y pidió al Tribunal Constitucional del Perú evaluar la legalidad de las recientes decisiones, sin referirse directamente al caso de Vizcarra.
La moneda peruana, el sol, bajó un 0,50%, ubicándose otra vez en un mínimo de 18 años, pese a que el banco central colocó un swap por 980 millones de soles para contenerla. El referente de la Bolsa de Lima subía un 0,26%.
Fuente: Voa Noticias