Más de 60 personas rodean nuestra sede, En Peligro la integridad física de los huelguistas #Atención cubanos y cubanas, prensa internacional y organismos internacionales, ayúdennos a denunciar este nuevo ataque». Este era el mensaje de alarma colgado en la madrugada de este viernes por el Movimiento San Isidro (MSI), una plataforma de artistas disidentes que durante los últimos días había protestado por la condena, a ocho meses de cárcel, del rapero Denis Solis. Tras conocerse la sentencia, en un «juicio sumarísimo por falso desacato», según denunció Prisoners Defenders, ONG centrada en la defensa legal de los derechos humanos en Cuba, varios miembros del MSI comenzaron una huelga de hambre en protesta por la sentencia de Solis.
Una huelga que fue interrumpida de forma abrupta la noche del jueves (madrugada en España) con la entrada de varios agentes, que según testigos, habrían entrado disfrazados de médicos con el fin de llevar a cabo las detenciones. «Agentes de la dictadura irrumpieron en nuestra sede, golpearon salvajemente a nuestros compañeros, se los llevaron y desconocemos su paradero. Tememos por su integridad física», denuncia el MSI en otro tuit, hasta que las comunicaciones fueron bloqueadas como suele ser habitual cuando se produce un movimiento represivo que puede tener una importante repercusión internacional: «La #Dictadura acaba de bloquear las redes sociales. Nuestros compañeros se encuentran incomunicados #ATENTOS a lo que ocurra». El resultado fue la detención de 14 miembros del MSI, cinco de los cuales seguían una huelga de hambre. Tres de los detenidos estuvieron desaparecidos durante horas hasta que fueron liberados.
«Responsabilizamos al gobierno cubano por la salud de Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Castillo y de los demás huelguistas apostados en nuestra sede», publicó en Twitter minutos después el Movimiento, que además «llamó a respetar la vida y dignidad de todos los detenidos y dejarlos en libertad».
Aseguran, además, que ante «su negativa de cumplir con lo estipulado en las medidas decretadas por Cuba para evitar la transmisión de la Covid-19» y que se aplican a las personas que provienen del extranjero, «se radicó una denuncia en la Estación de la PNR de la localidad, por el delito de Propagación de Epidemias, lo que obligó a una actuación inmediata para la extracción de las personas que se encontraban en el lugar». Así como que la actuación de los agentes del Estado «transcurrió con total apego a la legalidad y sin que se transgredieran los derechos ciudadanos de ninguno de los involucrados». Algo que desmiete el MSI a través de sus declaraciones en Twitter así como algunos testigos que se encontraban cerca del lugar, situado en la calla Damas en La Habana. Dos vecinos que presenciaron el incidente aseguraron a la agencia EFE que los agentes sacaron a los activistas «a golpes», mientras que otro dijo que «con violencia». Todos los testigos rehusaron seguir hablando cuando se les pidió que ofrecieran más detalles sobre lo ocurrido.
Varios organismos mostraron su preocupación por la situación de los huelguistas en días anteriores, e incluso horas antes del allanamiento del local donde se encontraban los miembros del MSI. Esta madrugada, la preocupación era su paradero.