El Salvador inició el fin de semana su regresó a la normalidad tras expirar el domingo la cuarentena obligatoria que había impuesto el Gobierno para tratar de contener la propagación del nuevo coronavirus (Covid-19). «La economía empieza a abrir por fases este martes, pero el lugar más seguro para estar, siempre es en casa», dijo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, con un mensaje publicado en Twitter en el que, además, lamentó que todavía «el contagio es masivo».
La intención de Bukele habría sido extender las medidas de confinamiento que iniciaron el pasado 21 de marzo. Sin embargo, su Gobierno no puede alargar más la cuarentena vía decretos presidenciales después de que el 8 de junio la Corte Suprema de Justicia prohibió al Ejecutivo extender unilateralmente estas medidas extraordinarias sin acordarlo con el congreso.
Ante la falta de acuerdo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, las medidas extraordinarias son levantadas cuando el país centroamericano contabiliza un total de 74 fallecidos y 3.826 contagiados por Covid-19. Unos 1.809 casos se encuentran activos y 1.873 individuos han conseguido recuperarse. El domingo, sin embargo, fue el cuarto día consecutivo que el país registra más de 100 nuevos infectados en menos de 24 horas, lo que refleja un leve repunte.
«En caso de salir, por favor, usen todas las medidas de protección y distanciamiento social posible», dijo Bukele, quien goza de una elevada popularidad. El gobierno de Bukele tiene en el congreso un importante contrapeso del país, ya que cuenta sólo 20 de los 84 diputados. Con 61 diputados, la oposición controla la Asamblea Legislativa, una situación que provoca numerosos choques entre el gobierno y la cámara que son ocasionalmente resueltos por la Corte Suprema, el máximo tribunal.
Las duras medidas de confinamiento han supuesto un duro golpe para la economía del país centroamericano. Este año, el ministro de Finanzas, Nelson Fuetes, espera que El Salvador sufra una caída de ingresos cercana a los 990 millones de dólares debido a la pandemia, una situación que complica la débil economía del país. Para mitigar el golpe, el congreso aprobó un préstamo de 389 millones con el Fondo Monetario Internacional.
El plan para reabrir la economía consta de cinco fases. La primera inicia el martes y en ella comienzan algunas actividades como la industria textil, la construcción o la de alimentos y bebidas.
La segunda fase comenzaría el 7 de julio y sería cuando reabrirán restaurantes, cafeterías y el transporte público. La tercera fase está prevista para el 22 de julio, mientras que la cuarta sería el 6 de agosto. Es en la fase cuatro cuando se reabría el país para el turismo internacional. Toda la economía se reactivaría el 21 de agosto, en la quinta fase.
Fuente: ABC