El Ministerio de Hacienda realizó ayer la sexta colocación de Letras del Tesoro (LETES) en el mercado de valores salvadoreño en lo que va del año. De acuerdo con datos de la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES), se colocaron $59.9 millones divididos en dos plazos: $46.9 millones a 358 días, con una tasa de interés promedio de 7.4 % y $13 millones a 210 días, con una tasa promedio de 6.6 %.
De esta manera, la nueva deuda pública total de corto plazo de El Salvador suma $343 millones, lo que equivale al 54.1 % de los $634 millones que esta cartera de Estado autorizó «para cubrir las deficiencias temporales de caja de la Dirección General de Tesorería» para el primer trimestre de 2021.
La Ley del Presupuesto General del Estado para el presente ejercicio fiscal autorizó al Órgano Ejecutivo a emitir esta deuda flotante hasta por un monto que no exceda el 25 % de los ingresos corrientes estimados de este año, que equivalen a unos $1,424 millones.
Los expertos han señalado que desde hace dos años, cuando el saldo de la deuda de LETES era de unos $990 millones, ya se consideraba muy alto este nivel puesto que se venía de saldos de entre $700 millones a $800 millones. Ahora ya está la deuda de corto plazo justo en la línea como proporción de ingresos corrientes.
Rommel Rodríguez, investigador del Área Macroeconómica de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), apunta que estos más de $1,400 millones «da un margen demasiado ajustado» para hacer el «roll over» de la deuda, pero no da oportunidad de emitir nuevos LETES para atender necesidades de gasto y el hecho que los ingresos corrientes «desde el inicio están sobreestimados «, eso crea «una forma artificial» para subir la emisión.
Además, la agencia calificadora Moody’s advirtió, en su reciente reporte, que la capacidad de El Salvador de depender del financiamiento local «se ha reducido» a medida que un «aumento significativo en la deuda a corto plazo ha llevado la capacidad de absorción del mercado interno a su límite».
«Si bien los bancos locales pueden estar dispuestos a aumentar su exposición a la deuda a corto plazo, en forma de Letras del Tesoro o Certificados del Tesoro (CETES), Moody’s cree que no podrán aumentar materialmente sus tenencias en mucho más», reza el informe.
La agencia agrega que los bancos locales necesitarían la aprobación de sus empresas matrices para aumentar aún más su exposición a la deuda pública que ya ha alcanzado un nivel récord.
Altos intereses
Los LETES son deuda de corto plazo porque se deben cancelar en un plazo menor de un año y aunque en teoría, sirven para cubrir deficiencias temporales de la «caja fiscal» del Gobierno, lo que en la práctica se hace es un «roll over»; es decir, trasladar la deuda a un mayor plazo.
Sin embargo, esta deuda va creciendo en su costo ya que la tasa de interés va en aumento. Por ejemplo, el 21 enero de 2020 se colocaron $48.9 millones con una tasa de interés promedio de 4 % y el 25 de enero pasado se colocaron $49 millones con una tasa de interés de 7.5 %, lo que significa que casi se ha duplicado lo que se debe pagar a los inversionistas locales.
Fuente: El Economista