El apoyo económico del gobierno estadounidense a sus ciudadanos, el restablecimiento de los empleos hispanos y las dificultades económicas que pasan muchos salvadoreños en el país son las causas del aumento considerable en las remesas familiares, según el análisis de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).
La Fundación proyecta que para este año las remesas serán de $7,166 a $7,328 millones y representarán casi el 28 % del Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador. En 2020, ascendieron a $5,929 millones.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), las remesas experimentaron un crecimiento récord de $1,140 millones entre enero y junio de este año, comparado con el mismo periodo del 2020. Estados Unidos representó el 96.4 % de los ingresos de remesas que entraron a El Salvador en 2020 y el 95.4 % en el primer semestre del 2021 lo que significa un total de $3,491 millones.
“Las remesas familiares se mantienen con una dinámica positiva apoyando el gasto de consumo del 25 % de los hogares salvadoreños, esperándose una tendencia favorable para el resto del año”.
Douglas Rodríguez, presidente BCR.
Según el estudio de FUSADES, «las remesas presentan un comportamiento inverso con el desempleo hispano en Estados Unidos, cuando las personas encuentran más fácilmente trabajo y reciben ingresos en mayor medida envían remesas a sus familiares en El Salvador. También durante meses específicos, tales como la celebración del día de la madre y a fin de año, las remesas aumentan».
Sin embargo durante la pandemia, Estados Unidos perdió 22.4 millones de empleos en abril de 2020 y -5.7 millones de empleos hispanos. Lo que permitió la eventual recuperación de remesas (en abril 2020 llegaron apenas $287 millones) fue la ayuda impulsada por el Gobierno de Estados Unidos que entregó tres cheques desde marzo de 2020 hasta abril de 2021 y la recuperación de los empleos. Por ejemplo en junio las autoridades reportaron 850,000 nuevos empleos, algo que el presidente Joe Biden calificó como «un proceso histórico».
El Salvador recibe remesas de unos 129 países, pero los principales emisores muy lejos de Estados Unidos son Canadá $34.8 millones, España $13.6 millones, Italia $12.5 millones y México $4 millones.
En el país, entre enero y junio del año pasado se perdieron 71,605 empleos en el sector privado, los que paulatinamente se han ido recuperando, informó recientemente el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia (UFG). «Aún falta por recuperar 29,351 empleos y esto tomará varios años lograrlo», explicó Claudio de Rosa, en la presentación del informe.
El aumento de los precios de la canasta básica y de la informalidad y la eliminación de fuentes de trabajo hace también que los salvadoreños radicados en Estados Unidos aumenten los montos de las remesas para ayudar a sus familiares, el cual ha pasado de $261 en 2020 a un promedio de $311 mensuales que son usados básicamente para consumo.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, destaca que ya son cuatro meses consecutivos con ingresos de remesas familiares superiores a los $600 millones. En junio se recibieron $ 623.
El informe subraya que a pesar de la contracción de los ingresos de remesas familiares que en el segundo trimestre 2020 fue bien marcada (América Latina y el Caribe -4.0 %, Centroamérica -9.7 % y El Salvador con -16.5 %) la recuperación ha sido «extraordinaria». «Las remesas familiares se mantienen con una dinámica positiva apoyando el gasto de consumo del 25 % de los hogares salvadoreños, esperándose una tendencia favorable para el resto del año», dijo Rodríguez. Las remesas representan un equilibrio para la economía, ya que las importaciones ascendieron a $7,000 millones a junio de 2021.
Fuente: El Economista