Una vez más Camioneros. Una vez más, el clan Moyano. En la jornada de hoy, el sindicato de Camioneros bloqueó el funcionamiento de Química Oeste, una compañía de la provincia de Buenos Aires. En esta oportunidad, el sindicalismo extorsivo de uno de los gremios más poderosos de Argentina impidió el funcionamiento de la empresa familiar, con el fin de sindicalizar a tres de los sesenta empleados que tiene la compañía, actualmente afiliados al de Comercio.
El dueño de la empresa ya había realizado las denuncias correspondientes, dado que el sindicato de Camioneros lo había amenazado. Ignacio Dos Reis asegura que los empleados “no quieren pasarse” de gremio, por lo que el personal en cuestión seguiría en el sindicato de Comercio. Para el clan Moyano esto es irrelevante. En las tareas de estas tres personas figura el manejo de camiones, por lo que consideran que, en cierta manera, les pertenecen. “Hace diez días desde Camioneros nos advirtieron que íbamos a tener novedades de ellos”. Y hoy llegó el bloqueo.
“Es la primera vez en 64 años de vida que no podemos trabajar. Somos una pyme familiar y nunca cerramos. Tenemos clientes del rubro de la salud, de la energía y de la alimentación”, señaló angustiado el titular de la empresa. Por su parte, Florencia Arrieto, dirigente de Juntos por el Cambio y abogada de Dos Reis, comentó en sus redes sociales que se presentarían en la fiscalía para hacer la denuncia. “Basta de mafia sindical”, escribió en su cuenta de Twitter.
La semana pasada, otra extorsión contra Walmart
Por estas actitudes sindicales, y la pasividad (cuando no es complicidad del Gobierno) las empresas internacionales siguen yéndose de Argentina. Los dueños de Walmart decidieron abandonar las operaciones aquí, y la empresa fue adquirida por Francisco de Narváez.
El regalito de bienvenida de los Moyano fue un bloqueo que puso en riesgo el trabajo de 10000 argentinos. El sindicato de Camioneros, sin ningún respaldo jurídico que los ampare, buscaba conseguir el despido con indemnización de todo el personal sindicado, y luego una nueva contratación para cada uno. Aunque tuvieron que desistir con su plan original, en el marco del “acuerdo” consiguieron algo, como era de esperar.
Solamente por el cambio de titularidad de la empresa, el nuevo grupo deberá pagarle al personal una suma “no acumulable ni compensable” de entre 115.000 pesos (algo más de 760 dólares) y un millón (casi 7000 dólares) según antigüedad de cada uno.
¿Alguien puede creer que, con la poca previsión en materia económica, el control de cambios, los altísimos impuestos, los costos laborales irracionales, inflación, poco respeto a la propiedad privada y este sindicalismo extorsivo… Argentina puede generar inversión y empleo?
Fuente: PanamPost